Nació en Edimburgo, Escocia, el 3 de marzo de 1847 y falleció en Baddeck, Canadá, el 2 de agosto de 1922.
La ajetreada vida de Alexander Graham Bell, el inventor del teléfono, agravó los ataques de migraña que padeció desde los 20 años. Así quedó documentado en su correspondencia.
"La única idea que tengo de la semana pasada es un intenso dolor de cabeza" comentó G.Bell a su padre en una carta que data de 1867.
Esas cefaleas, que se prolongarían durante las siguientes cuatro décadas, son descriptas por el inventor en cada una de sus misivas y señala que se acompañan por fotofobia, náuseas y una duración que va de horas a días.
Al parecer, se desarrollaban tras la actividad física y su dolor era grave y en ocasiones incapacitante.
Así vivió hasta su muerte, quien nunca pudo utilizar su grandioso invento para comunicarse con su mujer, dado que era sorda.
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