NOTA

TEN EN CUENTA QUE SI HACES CLICK EN ALGUNO DE LOS TITULOS DE NARRACIONES EN CURSO O NARRACIONES COMPLETAS, PODRAS VER TODOS LOS CAPITULOS JUNTOS DEL MISMO LIBRO, UNO A CONTINUACION DEL OTRO.

miércoles, 5 de junio de 2013

EL SECRETO DE LA NOCHE - PARTE XXII

 
La señora Hilmer me había arreglado la cita con Joan -la joven en cuya casa había estado Andrea antes de ser asesinada- y hacia allá me estaba dirigiendo. Cuando llegué, Joan me estaba esperando y ya tenía el café preparado y la mesa del comedor lista para tomar juntas la merienda. Su familia había salido.
No tardamos mucho en sacar el tema que me había llevado hasta allí. Me contó que la abuela de Rob estaba haciendo grandes donaciones a escuelas, bibliotecas y demás, seguramente pensando en el segundo juicio y la manipulación del resultado.
Le dije a Joan que no cabía duda que la llamarían a declarar y agregué que me había llamado la atención que su testimonio anterior hubiera sido tan corto, teniendo en cuenta que había sido la última persona que había estado con Andrea, antes que el asesino.
Joan me dijo que eso se había debido a que no le habían hecho las preguntas que tendrían que haberle hecho. Por ejemplo, preguntarle algo sobre Will Nebels, testigo gracias al cual Rob estaba ahora gozando de la libertad condicional. Andrea y yo siempre decíamos que era demasiado cordial, por no decir que era un degenerado. No te imaginás lo fuerte que nos abrazaba a tu hermana y a mí cuando nos encontraba por la calle y no había nadie alrededor. Era un borracho… y  la que le gustaba realmente era tu hermana Andrea.
Yo me había quedado muda escuchando lo que Joan me estaba diciendo y lo que no entendía era porqué lo sacaba a relucir ahora. Qué querés decir Joan? Que todo lo que declaró Will es mentira? Le habrán pagado los Westerfield para que mintiera tan descaradamente? 
No sé, pero yo cuando declaré dije cosas tan ambiguas que los abogados y los jueces no las tuvieron ni en cuenta.
Sí, y lo que dije yo lo habrán tomado como una fantasía de chicos. 
A ver… supongamos que Andrea fue al garaje a encontrarse con Rob y que Will la siguió hasta allí. Capaz que cuando la vio sola la quiso atacar para besarla y ella al defenderse tropezó y cayó y como el piso era de cemento  se golpeó en la nuca. Algunos decían que el golpe en la nuca fue posterior al golpe que le dieron con el gato y otros que a lo mejor primero cayó, se golpeó, quedó aturdida y luego la golpearon con el gato.
Escucha Ellie, yo pensé que capaz que cada uno está contando una parte de la verdad. Puede haber pasado que Will, cuando se topó con ella forcejearon y ella cayó y se desmayó. Él se asustó y salió corriendo a la casa pensando en qué podía hacer. Mientras estaba ahí, vio por la ventana llegar a Paulie con el gato que había sacado del coche, en la mano, para protegerse de Rob que supuestamente iba a estar allí. No te olvides que la celadora del colegio lo escuchó decir a Paulie cuando se enteró del asesinato “no pensé que estaba muerta”. Un ratito después Will ve que Paulie se va con el auto a toda velocidad y piensa que tal vez va a la policía a contarle lo que ha pasado. Por otra parte, sabe que Andrea está inconsciente y que si cuenta lo que Will hizo seguramente lo llevarán preso,, así que levanta el gato que Paulie dejó allí tirado y la mata llevándose el arma homicida. Cuando termina la película, Rob sale del cine, sube al auto y cuando llega al garaje se encuentra con esa escena y sale corriendo porque se imagina que lo van a culpar a él de todo.
Yo estaba impaciente esperando que terminara su relato que me estaba cayendo terriblemente mal. Con furia le pregunté: ¿y cómo fue a parar el gato al baúl del coche de Rob?
Will estaba trabajando en casa de los Westerfield, por lo que no le costó nada volver a poner el gato en su lugar sin ser visto por nadie.
Cuando Joan terminó de hablar le pregunté de dónde había sacado todo eso que me había dicho y me contó que su primo era juez y que, además de presenciar todo el juicio se enteró de todos los pormenores. Para él Rob era inocente, por más agresivo y desagradable que fuera.
Así que ahora el oficial creía que el asesino había sido Paulie, la señora Hilmer también dudaba de su inocencia y Joan estaba convencida que era Will Nebels. Sin embargo yo sabía que el único que había acabado con la vida de mi hermana era Rob Westerfield.
Le pregunté a Joan si estaba enterada que Rob le había regalado un medallón a Andrea… me dijo que no lo sabía y que esa noche cuando salió de su casa sólo llevaba una fina cadena de oro en la base del cuello. Sin embargo yo recordaba que esa noche Andrea vestía un pullover con escote en V y la ví cuando se estaba poniendo el medallón. Como luego se puso el tapado, seguramente lo dio vuelta para atrás para que mamá no la viera al salir de la casa. Yo había leído minuciosamente lo que llevaba puesto Andrea el día de su muerte y en ningún momento se dijo nada de una cadena con un medallón, porque seguramente Rob había vuelto a buscarlo. Pensé que escribiría eso en mi página web porque era otra pista importante a seguir.
Cuando me fui de la casa de Joan era la hora de almorzar y busqué un restaurante que no fuera demasiado caro. Me senté en un lugar que me quedaba muy justo pero era el único sitio vacío. A mi lado había una mesa reservada para seis personas. Pedí sopa de pescado bien caliente, ensalada y una botella de vino. La camarera me trajo la sopa y cuando estaba llevando la primer cucharada a la boca, noté la presencia de las personas que iban a ocupar la mesa vecina. Dos de ellas tomaron asiento y una estaba parada a mi lado. Era Rob Westerfield, que con la mano extendida esperó para saludarme, pero no le respondí. Las otras dos personas eran su padre y su abogado. Él tenía una presencia impactante, típica de un hombre poderoso. Sus ojos eran de un azul intenso, muy alto y su cabello ya empezaba a pintar canas. Con mucho afecto me dijo: Ellie, la camarera me dijo que a mi lado estaba sentada la hermana de Andrea, pensando en que me sentiría afectado tenerte tan cerca, pero te aseguro Ellie que estás equivocada completamente en lo que piensas de mí. Y quiero que sepas que yo también quiero encontrar al asesino de Andrea y saber que será castigado. También me dijo que deseaba reunirse conmigo para hablar tranquilos donde y cuando yo quisiera. Noté que en el restaurante se había hecho un silencio profundo porque todos nos estaban mirando e intentando escuchar lo que estábamos diciendo, así que alcé mi voz a propósito y le respondí que el sitio ideal podría ser en el escondite del garaje donde solían verse con Andrea y era vuestro lugar favorito. Agregando: aunque el recuerdo de haber asesinado allí a una niña de quince años te de mucha tristeza, incluso para la clase de persona que eres. Puse un billete de 20 dólares sobre la mesa y Rob lo tomó y lo puso en el bolsillo de mi saco, diciéndome que ellos tenían cuenta allí y que siempre que acudiera a ese lugar me considerara su invitada. Me dijo que fuera con mis amigos… pero luego se agachó y en voz muy baja agregó: si es que te queda alguno. Saqué el billete de mi bolsillo, se lo dí a la camarera y me retiré del lugar.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario