JUEGOS HOT - SEXO EXTREMO

Mediante el juego hay cierta diversidad en las prácticas sexuales, con el fin de lograr el mayor placer a la hora de hacer el amor.

Elementos no del todo convencionales, intercambio de roles, disfraces, es algo de lo que se estila en el no demasiado popular llamado sexo extremo.  A esto se le puede sumar practicarlo en lugares poco convencionales, cambios de posturas, sadomasoquismo.

La realidad es que mucho depende de lo que para cada uno es normal y/o habitual.

Hay ciertas preferencias, sin embargo, que a todas luces distan bastante de ser convencionales.

Por ejemplo, ponerse un traje de cuero negro y utilizar el látigo no tiene nada de novedoso, pero sí pretender jugar al caballito, donde además de ese atavío llevan montura, riendas y freno. Es la típica mujer dominada... y el dominador está vestido con ropa de montar y lleva una fusta para castigo.

A este tipo de mujeres les excita sentirse dominadas y a este tipo de hombres, ver el poder que tienen sobre ellas, les da sumo placer. La postura en este caso más usual es la del pony. Esta práctica requiere el asentimiento de ambas partes y un pequeño relincho por parte de ella es suficiente para decir hasta acá... es el momento que le indica a él que debe detenerse.

Otra variante es la del cinturón de castidad. En la antigüedad, cuando el hombre salía a divertirse con sus amigos, le colocaba a su mujer el cinturón de castidad para evitar el engaño y obviamente se llevaba la llave. Este método tan antiguo se ha visto reflotado en la actualidad y está dentro de los juegos de sexo extremo. El cinturón puede ser tanto para ella como para él. El placer está en que el que guardó la llave la retiene todo el tiempo que crea necesario, buscando el máximo de excitación de la pareja.

Otra práctica es la de los trajes de animales de peluches. Se erotizan y sienten sumo placer cuando se caracterizan como osos, conejos, coyotes y practican juegos dándole vida a estos animales de historietas.

Algunas personas se superexcitan con los globos enormes.  Este juego está enmarcado dentro del fetichismo y es más usado entre hombres. El placer lo proporciona la manipulación de los globos. A algunos les da placer inflarlos, a otros simplemente el roce los excita, también sentarse o recostarse sobre ellos y muchos logran el clímax cuando el globo revienta.
Fuente: Alessandra Rampolla