EL MIEDO AL MIEDO

Cotidianamente encontramos en la vida a personas que le temen a algo: cucarachas, bichos diversos, la oscuridad, los muertos, etc. Pero qué pasa... si no tuviéramos miedo tal vez no nos protegeríamos al cruzar la calle, por ejemplo, con los riesgos que esto podría implicar. O sea que el miedo en definitiva es una señal de alarma. Es una emoción que aparece entre los 5 o 6 meses de vida. Es también una de las emociones más primitivas, porque tiene que ver con la propia supervivencia. El miedo nos permite detectar el peligro y realizar conductas para evitar o escapar de algo amenazador. Sin embargo, cuando el miedo no nos permite vivir tranquilos y provoca temores desproporcionados que nos mueve desesperadamente a buscar ayuda, entonces el miedo se convierte en un problema que llamamos ataque de pánico, fobia o trastorno de ansiedad. La persona que la padece vive una experiencia indescriptible y única de sufrimiento. Una persona puede tener miedo a volar, pero si sólo el pensar que está subiendo a un avión le produce palpitaciones, sudoración, sensación de ahogo, temblores, náuseas, opresión en el pecho, miedo a perder el control, mareos y miedo a morir, hablamos de una persona dominada por los pensamientos, que sólo están en su imaginación. Tener solamente 4 de algunos de estos síntomas, indica un estado de ataque de pánico. La terapia usada para estos trastornos, le enseña a la persona a superar el miedo, adquiriendo mayor dominio sobre sus aspectos internos. Este dominio se logra con técnicas específicas. La Programación Neurolinguística es una escuela que obtuvo los mayores éxitos a la hora de resolver estos trastornos. Le enseña al paciente a manejar su cabeza y relajarse profundamente en los accesos de ansiedad. Aprender a desarrollar la capacidad de relajarse físicamente, es un paso enorme para superar la ansiedad, el pánico o miedo. Paulatinamente irá construyendo interiormente los cimientos de su seguridad y al mismo tiempo se elevará su autoestima que se ha venido abajo por la dificultad padecida. Aumentará la seguridad en sí mismo, aprenderá a controlar sus emociones y comenzará a disfrutar mucho más de la vida. 

Fuente: Revista:"Convivir" - Lic.Mónica Belhartz

Este artículo es informativo - No es opinión

                                                                                                                      Elsa Inés Bernardi Semino

                                                                                                              

EL CREPUSCULO DEL HOMBRE

El crepúsculo de los hombres se gesta generalmente de manera silenciosa y casi veinte años antes de lo que se podría suponer. Es difícil marcar una edad concreta, pero es más o menos a los 40 años en que la maquinaria corporal masculina empieza a fallar... 35, 45, 55... A partir de los 40 años se puede dar una declinación progresiva de los andrógenos que empieza a manifestarse por un conjunto de síntomas clínicos y bioquímicos. La disminución en la producción de testosterona es el ítem número 1 en las preocupaciones masculinas, porque ello trae aparejado la disfunción eréctil y es la responsable de generar deseo. Por lo general aparece de repente y puede ser por causas orgánicas o psicológicas, pero casi nunca la causa es puramente orgánica... siempre hay un componente psicológico detrás. El estrés es una plaga, porque muchos hombres le dan prioridad al trabajo por sobre el placer. Esto es más característico entre los 30 y los 40 años. Un varón saludable tiene capacidad de reproducción hasta que se muere, pero la cantidad, movilidad y calidad de sus espermas pueden empeorar con el paso de los años. Una investigación realizada demostró que una parte de los trastornos congénitos de los niños, no es debido a la edad avanzada de la madre sino del padre. Se encontraron mayores mutaciones genéticas en hijos concebidos por varones de más de 35 años. Hay también otros estudios coincidentes en que ser padre añoso puede ser favorable a la aparición de ciertas enfermedades mentales en la descendencia. Mientras antes se aseguraba que la esquizofrenia afectaba más a los niños cuyas madres habían contraído gripe en el último término de su embarazo, nuevos trabajos sugieren que alrededor de un 30% de los casos se debe a padres que, al momento de la gestación, estaban más cercanos a los 50 que a los 20 años. Los sintomas que permiten reconocer la aparición del hipogonadismo o mal llamada andropausia, son tres: 1-Sexuales) falta de deseo sexual e inconvenientes para lograr o sostener la erección; 2-Osteomusculares) sentirse cansado, sin fuerza o energía, porque una de las funciones de la testosterona es incrementar la masa muscular; 3-Psicológicos): falta de concentración, mal humor, pérdida de memoria o capacidad intelectual. Entre otros problemas, el sobrepeso es uno de ellos. Con sobrepeso la intolerancia a la glucosa es mayor y aumenta la resistencia a la insulina y el riesgo de padecer diabetes. Ser obeso triplica este riesgo, pero tener exceso de grasa abdominal lo hace 20 veces más probable. El valor ideal de la cintura masculina es de 94 cm o menos. Superar los 102 lo hace candidato a... padecer diabetes, hipertensión, colesterol, triglicéridos y enfermedades coronarias, pero afortunadamente con sólo un cambio de costumbres todo esto puede revertirse. Hay que adoptar un estilo de vida saludable y lo primero es realizar ejercicio físico. Pero también hay que trabajar los músculos, o sea moverse. Evitar ascensores y usar escaleras es una buena opción y caminar. Una de las técnicas para saber si uno es suficientemente activo y de paso aportar beneficios a su salud, es caminar 10.000 pasos diarios. Se los puede caminar de una sola vez, que implica 40 minutos de caminata o fraccionados en 20 por la mañana y 20 por la tarde. No olvidar nunca que al movimiento, por supuesto, se le debe sumar una dieta equilibrada, no sólo para el control del peso sino para mantener una existencia saludable. Para finalizar podríamos decir que la "cuarentena" tal vez sea la mejor edad para empezar con la "prevención" en serio, porque en definitiva la vida es como un juego de cartas y a cada quien en el reparto le toca las suyas, pero depende de cómo se las juegue, ganaremos o perderemos la partida.

Fuente: Revista: "Muy Interesante"

                                                                                                                              Elsa Inés Bernardi Semino