Las personas con obesidad mórbida (aquella que pone en peligro su supervivencia), son candidatas a esta intervención quirúrgica que les permite reducir entre un 70 y 80% de su exceso de peso. Pero qué pasa el día después?
Cuando seguir obeso implica un enorme riesgo de mortalidad, el by-pass gástrico es una opción quirúrgica que permite recuperar la esperanza de vida gracias a la reducción significativa de complicaciones médicas asociadas al exceso de peso que viene de la mano de la pérdida de kilos progresiva y mantenida en el tiempo.
Vea cómo es la vida después de la intervención.
Las primeras 2 a 6 semanas: en esta etapa los cambios alimentarios son notables. Esto se debe a la necesidad de realizar una dieta "blanca", que es una dieta a base de gelatinas, queso crema, etc. y "blanda", es decir que no se debe ingerir ningún alimento sólido.
Además, la cantidad de comida se disminuye drásticamente. Sin embargo, a las molestias iniciales le sigue un período de pérdida de peso que predispone positivamente, lo cual coincide con la posibilidad de consumir, siempre en porciones y bocados pequeños, la mayoría de los grupos alimentarios.
Debido a que esta técnica disminuye la capacidad del estómago para recibir alimentos, es fundamental que la persona "escuche" a su cuerpo y cuando se sienta satisfecha, pare de comer. Esto es posible si come lentamente. Si no es respetado el límite del estómago, se produce el vómito porque la comida no tiene dónde ir.
Si bien el by-pass gástrico ayuda a controlar la cantidad de alimentos ingeridos, no elimina las tentaciones. Para controlarlas, es importante evitar tener al alcance golosinas, gaseosas no dietéticas, chocolates, helados, etc. Estos alimentos son muy fáciles de tragar y pueden hacer daño al ser ingeridos sin control.
Después de la pérdida de peso y cuando la persona pierde peso en forma masiva, tiene piel suelta en la zona del abdomen, muslos y glúteos. En estos casos y luego de un tiempo prudencial, que varía según el paciente, es posible realizar una cirugía plástica para mejorar el contorno corporal. Esto mejora notablemente la auto confianza y la apariencia.
El estrés y la familia: si un ser querido ha sido intervenido con el by-pass gástrico, tenga en cuenta que la tensión aumenta la necesidad de comer y esto puede ser problemático especialmente para quienes no pueden alimentarse como antes, favoreciendo un círculo de mayor estrés.
En cambio, celebre las nuevas posibilidades de actividad y movimiento y aprovéchelas para disfrutar con su familiar y disminuir la tensión emocional.
También es importante evitar los rezongos y las quejas. Si ve que la persona con el by-pass no realiza el tratamiento como debería, no lo rete. Puede ofrecerle su ayuda o, si el problema persiste, consultar con el médico la forma en que puede colaborar en el programa.
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