Ya no es necesario esconderse o disfrazarse para hacer tareas de espionaje. En internet la posibilidad se simplificó.
El stalker es alguien que se pasa todo el tiempo mirando y siguiendo los movimientos que está haciendo otra persona en la red. Que accede a todos sus datos... fotos, claves, mails, etc.
Stalker en inglés significa acosador. Antes se usaba este término para referirse a aquellos que incomodaban a personajes célebres en la web. Ahora les llaman cyberstalking. Incluso se venden software para espiar.
El motivo que lleva a un individuo a desarrollar esta conducta es, sobre todo, la necesidad de controlar y ejercer poder sobre otra persona. Esto deriva de su inseguridad, falta de claridad y dependencia.
Hay muchos tipos de stalkers. Algunos lo hacen por venganza por un sentimiento amoroso no correspondido. También puede ser por resentimiento.
Puede ser muy peligroso si quien lo lleva a la práctica es una persona perturbada o lo hace con la intención de cometer un delito, pero la realidad es que la mayoría de las denuncias son por hackeo de cuentas de mails, mediante el robo de la contraseña.
Cuando el stalker consigue ingresar al mail, a veces manda correos a los contactos de ese individuo con links o fotos. Los adjuntos llevan un virus troyano que hace que pueda controlar la computadora sin que su titular se dé cuenta... pueden sacar fotos, robar archivos, activar la cámara, el micrófono... todo.
Las fotos que roban las usan para abrir una cuenta en cualquier red social y agregar a las amistades de la víctima.
Otro programa espía que circula se llama phishing, que se usa para cometer fraudes bancarios. Se les envían mails a los clientes de entidades bancarias o financieras con instrucciones para restablecer sus cuentas suspendidas. Al clickear en el lugar señalado, se instala el virus troyano y a partir de ese momento se apoderan de todos los datos de la computadora.
Es de suma importancia tener mucho cuidado con la información que se intercambia. No hay que entrar en paranoia, pero simplemente cuidarse como lo hacemos en nuestra vida real.
Hay que tener precaución y saber que relacionarse con alguien a través de internet puede trascender la red y llegar mucho más allá de lo realmente deseado.
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