NOTA

TEN EN CUENTA QUE SI HACES CLICK EN ALGUNO DE LOS TITULOS DE NARRACIONES EN CURSO O NARRACIONES COMPLETAS, PODRAS VER TODOS LOS CAPITULOS JUNTOS DEL MISMO LIBRO, UNO A CONTINUACION DEL OTRO.

jueves, 11 de julio de 2013

CINCUENTA SOMBRAS MAS OSCURAS - CAP.13 y 14

 
 
 
 


Cuando la veo a Leila aputándome directamente al pecho, le pregunto dónde está Ethan. Me preocupa pensar que le pueda haber pasado algo. Me contesta que está sola. Intento mostrarme amistosa y le ofrezco que tomemos un té.
Vuelve a preguntarme algo que ya me había preguntado. ¿Qué tienes tú que yo no tenga? Entonces le explico que yo no soy la sumisa de Christian, porque no tengo condiciones para serlo.
Sin embargo tú duermes en su cama y a mí nunca me lo permitió.... ¡Dios mío, entonces cuando me pareció verla verdaderamente estaba ahí!
Leila continúa con el arma en la mano apuntándome. En ese momento se abre la puerta y aparece Taylor y Christian en la habitación. Christian y Leyla se clavan la mirada y permanecen así por un rato que parece eterno. Hay un profundo silencio.
En un momento él pronuncia algo que no entiendo. Leyla cae arrodillada y tira el arma al suelo. Christian lo levanta y lo pone en su bolsillo. Yo salto con Taylor, que mientras tanto me va diciendo que Ethan está abajo y está bien.  Lo último que veo es a Christian acariciándole la cabeza a Leyla mientras yo voy saliendo con Taylor consternada por lo que acabo de ver.
Cuando bajamos Ethan me cuenta que llegó tarde y que cuando pretendió entrar Christian le sacó la llave y le pidió que se quedara abajo, pero me dijo que no entendía nada.
Como Leyla está arriba con Christian, entiendo que el peligro ya pasó, así que decido irme con Ethan a un bar a tomar algo... y olvido mi cartera en el asiento de atrás del Audi.
El bar está frente a la puerta del departamento donde en este momento está Christian con Leyla. Al cabo de un ratito arriba un auto que se estaciona delante del Audi. Desciende de él el Dr.Flynn y poco después sale Leyla cubierta por una manta y junto a Christian que la rodea con los brazos, suben al auto y se alejan con el médico psiquiatra.
Después de un rato Ethan me acompaña a la casa de Christian. Él ya ha llegado y está enojado por no haberme encontrado allí. Yo también estoy enojada... mucho más que enojada.... triste. Le digo a Christian que me acabo de dar cuenta que Leyla es la verdadera sumisa que él necesita y que yo nunca podré ser así. Cuando ve que mi intención es irme nuevamente de su lado, cae de rodillas y de pronto lo veo postrado a mis pies. Me mira profundamente desde abajo. De un momento para el otro se ha convertido en mi sumiso. Pero esto me horroriza. Esto no es lo que yo quiero de él. Me disculpo diciéndole que verlo con Leyla me ha resultado impactante y me hace sentir insuficiente para él.
Christian continúa de rodillas y me exaspera. Tampoco me habla, no ha pronunciado ni una sola palabra.
En un momento empieza  a hablar y me cuenta lo mal que se había sentido cuando lo vio llegar a Ethan. Inmediatamente pensó que otra persona me había abierto la puerta y lo asaltó la idea de que Leyla pudiera estar allí conmigo. El susto le había paralizado el corazón. Toma mi mano y la apoya sobre su corazón, que retumba debajo de mis dedos. Por primera vez me permite tocar su torso desnudo. Su rostro se contrae y retiro inmediatamente mis manos, pero las vuelve a tomar y las apoya nuevamente con firmeza sobre él.
Cuando me abraza y me besa noto que está llorando. Mis primeras caricias sobre el vello de su pecho lo han emocionado hasta las lágrimas. Me dá las gracias por no haberlo abandonado, así que le pregunto cuál es el motivo de su miedo permanente al abandono.
Tras un largo suspiro me habla de su sadismo. Me cuenta que disfruta azotando a jóvenes menudas porque todas ellas se parecen a su madre biológica, que era una puta y adicta al crack.
Terriblemente angustiada por lo que me acaba de revelar, pienso que si se trata verdaderamente de un sádico, jamás podré darle lo que a él tanto le gusta. Simplemente él puede ser sádico pero yo no soy masoquista... o sea que no podemos seguir juntos porque no somos compatibles.
Cuando escucha esto parece volverse loco y me implora que no lo abandone. Me dice que él ya ha tenido bastante con la primer separación que hemos tenido y que se ha dado cuenta que ya no necesitaba todo eso que para él antes le era imprescindible. Esa compulsión ha desaparecido de mi vida.
Creo que acabo de conocer su secreto más oscuro. Christian me pide por favor, que ahora que lo sé no intente abandonarlo. Le prometo quedarme a su lado siempre... y para mi enorme sorpresa... de golpe... me sorprende diciéndome que me case con él. Esa decisión me toma tan de sorpresa que comienzo a reirme estrepitosamente, a las carcajadas. Es una risa que mucho tiene que ver con la histeria.
Christian me dice que mi risa lo está lastimando y vuelve a preguntarme si me casaría con él. 
Mi respuesta es un NI... ni sí ni no... le pido que me permita pensarlo porque se trata de un paso muy importante que debo dar en mi vida y no se lo puedo contestar en ese preciso momento.
Nos levantamos y vamos a la cocina a preparar algo para comer. Durante la cena le pregunto qué estuvo haciendo con Leyla todo ese tiempo que estuvo con ella arriba. Christian, con su mejor cara de inocente, me cuenta que la ha desvestido y le ha dado un baño, cambiándole toda la ropa porque estaba tan sucia que no la podía ver así.
Cuando me cuenta eso, con tanta simplicidad como si se tratara de tal cosa, mi indignación se apodera de mí y, girando sobre mis talones prácticamente salgo corriendo hacia el cuarto, donde luego de cambiarme, me acuesto y estallo en sollozos, tal vez dando rienda suelta a todo lo que he contenido ese día que para mí ha sido catastrófico. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario