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Los chismes destruyen
la vida. Algunos terminaron con familias enteras. Dan origen a peleas y
rivalidades.
Hay muchísima gente que
hace del chisme su estilo de vida. “Un chisme es como una avispa; si no puedes
matarla al primer golpe mejor no te metas con ella” George Bernard Shaw. Los
chismes toman vida porque encuentran gente que les lleve el apunte.
A algunos
les gusta chusmear sobre el trabajo, el sueldo, el horario, los uniformes… son
informaciones que se difunden y nadie las verifica, sencillamente porque no se
pueden verificar. Casi nunca se puede
saber quien fue el que originó el chisme, pero igual es tan chusma quien lo
originó como quien lo hizo trascender y los que lo comentan son también
constructores del chisme porque seguramente lo cambian o lo aumentan. “No todos repiten los chismes que oyen.
Algunos los mejoran”. Anónimo.
A veces
los rumores nacen por haber interpretado mal un mensaje. El que lo difunde es
tan responsable como el autor. Puede
pasar que el chisme se vaya reduciendo, porque se va haciendo cada vez más
concreto. Otras veces se les da énfasis a algunos detalles y se dejan de lado
otros y otras más, se le agregan cosas para que sea más creíble. Sepamos que un
rumor es rumor cuando la información que circula no es ofrecida por las fuentes
originales.
Hay rumores que van aumentando de a poco. Hay otros que se
extienden como reguero de pólvora. Van a
una velocidad de relámpago. Hay otros que aparecen cada tanto y luego
desaparecen para volver a renacer de sus cenizas luego de un tiempo. Todo rumor
a la larga desaparece pero en su camino puede lastimar a mucha gente.
No nos
hagamos cómplices de su difusión. No lo transmitamos. Verifiquemos la veracidad
o busquemos el error. Consultemos a la fuente original para terminar con él.
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