A todos nos pasa frecuentemente que en algún momento del día, por
alguna razón que nunca falta, nos sentimos como se dice vulgarmente bajoneados,
decaídos, sin ganas de… Pero por suerte, esto nos dura por lo general un rato o
a lo sumo todo el día, pero después se nos pasa. Es decir, lo superamos.
Ahora, si después de unos días ese bajón continúa y no lo puedes
manejar, quiere decir que el motivo causante del mismo te está produciendo
angustia y puede estar dando paso a una emoción tóxica.
Es preciso que sepamos que un bajón no es nada, es común, todos lo
tenemos, pero el peligro está cuando se prolonga en el tiempo, nos paraliza y
nos hace sentir angustiados de manera permanente. Sentimos un nudo en la
garganta, a veces tenemos ganas de llorar, sentimos malestar estomacal, estamos
desanimados, queremos estar solos para no transmitir la mala energía que
irradiamos.
No podemos ni debemos permanecer en ese estado, porque es tóxico.
Vemos todo negro. No deseas encarar nada porque todo te parece que va a
tener un resultado negativo. La realidad ha cambiado y no puedes volver a tu
eje, recuperar tu equilibrio emocional. Te parece que nadie te valora y que
todos te toman en broma, pero por otra parte sobredimensionas todo lo que te
ocurre a vos y a todo tu alrededor. Vives en una exageración permanente. Te
resignas porque crees que eres merecedor de lo que te pasa. Que todo te sale
mal porque hay gente que nace con estrella y otros estrellados, como
seguramente pensarás que te pasó a vos.
La fortaleza que tenías dejó paso al desánimo y esto compromete tu
futuro. Todo te parece que no tiene sentido y no te empeñas en nada porque para
qué? Te parece que nunca vas a salir de esa situación y que debes resignarte a
vivir con lo que vos llamás mala suerte.
Debemos tomar como un aprendizaje todo lo que nos pasa, inclusive el
dolor.
Debes sanarte interiormente y enfocarte para superarte y renacer de tus
propias cenizas. Cuanto más empeño le pongas mejor te prepararás para salir a
flote y seguir adelante.
No te aísles porque cuando estamos solos vienen a nuestra mente
solamente pensamientos negativos y viceversa, cuando tenemos pensamientos
negativos, más nos aislamos. Debes esforzarte por hacer eso que no quieres,
buscar compañía, distracción, porque el aislamiento te llevará por mal camino y
tal vez sin proponértelo, arrastrarás a quien o quienes te rodeen.
Si ocultamos o disimulamos la angustia que tenemos, se esconderán en
algún lugar dentro nuestro y enfermarán algún órgano. Tu angustia comienza
entonces a manifestarse a través de malestares estomacales, dolores de cabeza,
insomnio o cualquier otro sufrimiento que te haga sentir mal. Es lo que se
llama somatizar. No permitas que la angustia te domine.
Si te das cuenta que te resulta imposible salir solo de ese estado
angustiante en que te encuentras, busca ayuda. La de un profesional, la de un
amigo o escribe. Muchas veces escribirnos una carta a nosotros mismos nos ayuda
a sacar de adentro cosas que no nos habíamos dado cuenta que teníamos
guardadas.
Abandona el pasado y todas las cargas que traes con él. Tampoco pienses
en el futuro. Enfócate sólo en el presente, que por otra parte es lo único real
que tienes en este momento. Aunque parezca trillado, el pasado no se puede
recomponer ni podemos volver el tiempo atrás, el futuro es incierto… la
realidad es que con lo único que contamos es con el presente y debemos intentar
sacar el mayor provecho que podemos de él.
No hace falta olvidar todo lo que nos ha sucedido antes y que a lo
mejor no nos satisfizo, porque todo eso nos servirá como experiencia. Tratemos
sí de no olvidar las experiencias para no volver a cometer los mismos errores.
No mires para atrás rememorando tiempos antiguos que lo único que nos traen son
nostalgias. La vida pasa y no nos podemos quedar mirando para atrás
permanentemente, porque mientras lo hacemos, el hoy se va yendo.
Estudia en tu interior y descubre los valores que todos tenemos dentro.
Prueba haciendo cosas nuevas, redescubriéndote. No pretendas controlar a todo
el mundo, no te sientas omnipotente. Debes convencerte que si nosotros no
estamos todo continúa funcionando como una máquina de manera perfecta… y quien
no te dice que tal vez funciona mejor. Si no puedes cambiar una situación, eres
el único responsable para saber qué hacer con ella. Piensa qué te gustaría
hacer y hazlo. Puedes eliminarla o puedes aceptarla sabiendo que siempre va a
ser así y no cambiará nunca, pero una vez que la aceptes debes adaptarte y ser
feliz con eso. ¡Aprende a ser feliz, vive tu vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario