Son las 7. Despierto y siento que los brazos de Christian todavía me
rodean. ¡Ha dormido toda la noche conmigo! Pienso que en este momento puedo
intentar acariciarle el pecho ya que está dormido como un tronco, pero
despierta inmediatamente y cuando ve la hora se levanta porque tiene una
reunión muy temprano. Quedamos en vernos el domingo. Me dice que no use el
escarabajo porque su chofer vendrá a buscarlo para encargarse de él. Hoy es mi
último día en mi trabajo. Me ducho, desayuno algo y salgo para allá.
Anastasia le envió un mail a Christian, como le había prometido y le
explicó que cuando fue azotada por él se sintió humillada, degradada y
ultrajada.
Esa mañana Ana va a trabajar con el Audi que le acaba de regalar
Christian. Al mediodía, el Sr.Clayton la llama porque hay un mensajero en la
puerta pidiendo por ella. Tiene un paquetito que está esperando entregarle. Es
un BlackBerry, que se lo ha enviado para tenerla permanentemente controlada,
según sus propias palabras.
A las cuatro de la tarde los Clayton reúnen a todo el personal para
despedir a Anastasia, ya que es su último día de trabajo allí. Los abraza con
fuerza y unas lágrimas de emoción corren por sus mejillas.
Cuando llegué a casa terminé de embalar con Kate. Ese mismo día nos
mudaremos a Seattle.
Suena el timbre de la puerta y es Taylor, el chofer de Christian, que
viene a retirar el escarabajo.
A las ocho de la noche terminamos de embalar. José, nuestro amigo, está
con nosotros. Ha venido a ayudarnos. Mientras tomamos unas cervezas pensamos en
que han sido cuatro años para no olvidar. Suena el timbre y es Elliot que viene
a ver a Kate. Los dejamos solos y nos vamos con José al bar a comer algo.
Cuando se despide de José y vuelve a su casa, toma el teléfono y tiene
cinco llamadas perdidas y un mensaje de voz. Christian la asfixia, no la deja
respirar. Es un acoso insoportable. Elliot es encantador, muy diferente a
Christian. Es cariñoso, terriblemente cariñoso, agradable, abierto.
El nuevo departamento es espacioso y tiene una hermosa vista. Además
nos encanta que esté ubicado en pleno centro de la ciudad.
A las ocho suena el timbre y es un mensajero, que sostiene una botella
de champán atada a un globo tipo helicóptero y con una tarjeta que dice:
Señoritas, buena suerte en su nuevo hogar. Christian Grey. Abrimos el champán y
brindamos con Kate.
Al día siguiente es domingo. De sólo recordar que a la una tengo que
reunirme con Christian en su casa, me
duele el estómago. Pienso que todavía no firmé el contrato y trato de imaginar
con qué se saldrá hoy.
Cuando llego a su casa me recibe Taylor. A Christian lo veo sentado en
el sofá del salón, mirando y leyendo los diarios. Me muestra nuestra foto en el
diario el día de mi graduación. Hoy irá a su casa una doctora que le hará a
ella una visita médica, de acuerdo a lo ya conversado. Es la mejor ginecóloga y
obstetra de Seattle.
De pronto, Christian le dice que a su madre le gustaría que fuera a
cenar esa noche y que también le ha dicho que Elliot le pedirá lo mismo a Kate.
En ese momento llega la doctora Greene y mientras las dos juntas van a
la habitación que Anastasia tiene preparada en casa de Christian, él se queda
esperándola en la sala, pero antes de dejarla ir la atrae hacia sí y la besa
apasionadamente, al tiempo que le dice: cuánto me alegra que hayas venido…
estoy impaciente por desnudarte.
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