Cuando llegamos a la casa, Kate y Elliot estaban en la puerta listos
para irse. Christian dijo que también nosotros debíamos retirarnos porque al
día siguiente yo tendría dos entrevistas. Cuando nos despedimos, Grace, su
madre, me dijo, cuídate, Ana querida. Christian se mostró un poco celoso por la
efusiva atención que recibí de parte de toda su familia.
Ya en el auto me preguntó si podía acompañarme a Georgia para conocer a
mi madre. Inmediatamente captó mi reacción adversa y quiso saber porqué no
quería. Le expliqué que continuaba con dudas y que quería aprovechar el viaje
para reflexionar sobre la continuidad de nuestra relación. Y le dije: sigo
queriendo más. Lo sé, contestó Christian, lo intentaré. Por ti Anastasia, lo
intentaré. Yo le respondí que también lo intentaría y que firmaría el contrato.
Bajamos en su casa porque le prometí quedarme a dormir con él. Me dijo
que me apurara porque como le comenté que estaba cansada, me contestó que
cuanto más me apure, más rápido me podría poseer y más pronto me podría ir a
dormir.
Fuimos por el pasillo y al llegar a su dormitorio abrió de una patada
la puerta.
Me dijo que alzara los brazos y me quitó el vestido. De pronto me preguntó:
¿no quieres que te posea? Y le contesté que no, que lo que quería era que me
hiciera el amor. Christian se desconcertó ante esa respuesta. Yo agregué que
quería tocarlo, que por favor me dejara hacerlo. Y por toda respuesta me dijo
que no y que nos iríamos a dormir los dos. Entonces no dudé en decirle que
había puesto a la vista uno de sus límites infranqueables: que era se mira y no
se toca, no? Le pedí que me explicara el porqué Le rogué que me lo contara y le
promertí que si me lo contaba dejaría que me azotara como la última vez.
Entonces Christian fue a buscar sus juegos preferidos y en un momento mientras
me azotaba me pidió que lo mirara porque quería ver mi cara mientras lo hacía.
Mi cara se contraía de dolor. Era doloroso pero no insoportable, lo pude
manejar. Cuando todo terminó, se tendió a mi lado, me estrechó entre sus brazos
y comenzó a contarme.
Mi madre era una puta adicta al crack, Anastasia. Duérmete. ¿Quieres
decir que murió, Christian? Sí, hace mucho. Cuando yo tenía 4 años. No recuerdo
nada de ella. Sólo ciertas cosas y ahora duérmete. No pude dejar de soñar con
un niño pequeño, en un lugar triste y oscuro.
A la mañana siguiente cuando me desperté Christian no estaba acostado a
mi lado. El sólo pensamiento de lo que debió pasar en su niñez me hace
estremecer, pero continúo sin saber porqué no quiere que lo toque. Siento que
absolutamente todo lo que me rodea, incluso él, es una fantasía que dista mucho
de la realidad.
Él sigue queriendo firmar un contrato a pesar de haber dicho que hará lo posible por darme más. ¿qué quiere decir con eso? Necesito que me aclare eso.
Él sigue queriendo firmar un contrato a pesar de haber dicho que hará lo posible por darme más. ¿qué quiere decir con eso? Necesito que me aclare eso.
Me duele por todos lados. Debe ser de tener tanto sexo. Cuando bajé a
la cocina me encontré con el ama de llaves que me preguntó si deseaba
desayunar. Me dio mucha vergüenza porque lo único que llevaba puesto era la
camiseta que me había dado la noche anterior. Le dije que iba a tomar un té y le
pregunté por Christian. Me dijo que estaba en el estudio así que fui hacia
allá. Cuando entré estaba hablando de negocios por teléfono con alguien de su
empresa, de espaldas a la puerta. Cuando giró y me vio me esbozó una sonrisa
que me derritió. Cuando cortó vino hacia mí y me acarició la cara con la yema
de los dedos y ahí mismo, sobre el escritorio, me poseyó nuevamente. Cuando
salí del estudio el ama de llaves me preguntó si tomaría el té en ese momento y
le dije que primero me ducharía y que luego bajaría a desayunar con el señor
Grey.
Christian me preguntó si ya había comprado el pasaje para ir a Georgia
y le dije que no, que lo haría cuando llegara a mi casa, vía internet. Entonces
no tuvo mejor idea que ofrecerme su jet privado, diciéndome que lo tenía a mi
disposición. Se lo agradecí pero le contesté que prefería ir en un avión de
línea.
Cuando empezamos a desayunar, lo miré a los ojos y le dije que al final
todavía no me había dicho porqué no quería que lo tocara. Se puso pálido y me
dijo que yo era la única que sabía cosas que no le había contado jamás a nadie.
Me dijo que me iba a extrañar mucho cuando me fuera y que pensara en la firma
del contrato. Después se inclinó y me besó suavemente.
Cuando terminamos de desayunar me fui volando porque tenía que ir a las
dos entrevistas planificadas. En la primera me fue bien, pero en la otra creo
que me fue mejor, pero el joven que me atendió era un tanto inquietante, tanto
en su forma de ser como en su forma de dirigirse a mí. Me parece que estoy
adentro, pero todavía no me lo confirmaron. Cuando llegué a mi casa, Kate
continuaba desembalando. Le conté cómo
me había ido y abrí la PC para contarle a Christian que me había ido bien en
las dos entrevistas y se alegró. Después le pregunté si su ama de llaves era
una de sus ex sumisas, porque lucía como tal. Me dijo que no, que no
acostumbraba a contratar a nadie que hubiera estado íntimamente con él. Kate
estaba entrando, así que me despedí de Christian y salimos juntas al
aeropuerto, rumbo a la casa de mi madre.
Cuando me acerqué al mostrador y presenté la documentación, el joven
que me estaba atendiendo me dijo que mi pasaje había sido cambiado a primera
clase y me invitó a pasar al salón VIP hasta la salida del vuelo. Me muero de
rabia. ¿Será posible que este hombre se meta en todo? ¡Es un controlador
insoportable!