Pero el hábito de fumar conlleva dos dependencias más: la psíquica y la gestual. La psíquica se remite a la regulación del humo y al placer que causa. La gestual a estar acostumbrado a tener algo entre los dedos o al hábito de nuestro sistema pulmonar de inhalar y exhalar algo diferente al aire.
Muchos tratamientos aconsejan llevar siempre una birome en la mano para disminuir la adicción gestual al cigarrillo y el gesto pulmonar ofrecen reemplazarlo tomando mate o aspirando un simple sorbete.
Ahora bien... se considera que la depresión, las tensiones y la ansiedad están relacionadas directamente con la dependencia psíquica asociada a este hábito, el cual afecta a la tercera parte de la población mundial y es el responsable de la muerte de cuatro millones de personas por año. Esto no debe perderse de vista, porque son las cosas que nos permitirán ganarle la batalla al cigarrillo. El 90% de las personas afectadas de cáncer de pulmón, se deben al cigarrillo, que también afecta la vejiga y la laringe.
Las embarazadas fumadoras o fumadoras pasivas, pueden tener problemas con el embarazo. Además el bebé puede nacer con poco peso, tener más posibilidades de muerte súbita, dificultades de aprendizaje en su etapa escolar y problemas respiratorios en su etapa de adulto.
El problema de los fumadores pasivos depende de la cercanía que tengan al fumador. Los que conviven con alguien que fuma pueden tener irritación nasal, ocular y complicaciones en laringe y faringe. También empeora en estos casos, la situación de los que padecen sinusitis o son asmáticos. Estar mucho tiempo encerrado, expuesto al humo del cigarrillo, puede dar origen a patologías parecidas a las del adicto, por eso en los lugares cerrados, para prevenir, hay que mantener la buena circulación del aire y cotidianamente debemos hacer respetar el derecho de cada uno a vivir en un ambiente "libre de humo".
Fuente: "Vivir mejor con el Dr.Cormillot"
Elsa Inés Bernardi Semino
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