Los meniscos son dos estructuras pequeñas de la rodilla. Tienen forma de medialuna y transmiten la fuerza en la tibia y el fémur, estabilizando la rodilla. Asimismo se encargan de distribuir el líquido sinovial dentro de la cápsula articular.
Ellos absorben parte de la energía cuando nosotros saltamos resistiendo cargas grandes de compresión, pero son muy fáciles de lesionarse. Rotar el cuerpo mientras el pie está fijo en el suelo, es el movimiento más peligroso y si, además de eso, hay desgaste articular, hay muchas posibilidades de que se fisure.
Una lesión producida tiempo atrás y desatendida, de a poco desestabiliza la articulación hasta que produce dolor crónico.
Hay un remedio natural que puede ayudar y es el colágeno tipo II, que es la principal proteína estructural del cartílago, pero también se lo encuentra en la piel, los huesos y el humor vítreo del ojo.
El colágeno tipo II específicamente refuerza la cápsula articular de esta zona.
Se tomarán 2 comprimidos diarios en ayunas durante un lapso de 1 a 3 meses. Esto favorecerá la reestructuración del cartílago, mejorando la movilidad.
Se pueden hacer curas periódicas de colágeno tipo II, alternándolas con sulfato de glucosamina y silicio orgánico. Estos últimos también refuerzan el sistema osteoarticular.
Fuente: Revista CuerpoMente.
Elsa Inés Bernardi Semino
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