La retracción de las encías se debe a la pérdida del tejido óseo alrededor del diente, quedando expuesta parte de la raíz. Esto puede producir sensibilidad al calor, al frío, a lo dulce y también tendencia a las caries.
Este proceso aumenta a partir de los 50 años y no es raro encontrar en una boca cuidada, dientes con retracción gingival.
Hay factores que predisponen a esto, como: frenillos insertados muy cerca de la encía tirándola hacia abajo, mala posición de los dientes, enfermedades como la diabetes o poca encía alrededor de los dientes.
Hay también factores desencadenantes, que pueden ser: un mal cepillado, traumático, debido a que el cepillo está muy desgastado, por mal movimiento al cepillarse o por excesiva presión; otro factor puede ser inflamación por sarro; piercing; por una oclusión traumática, sobre todo si al dormir se aprietan los dientes; tratamientos de ortodoncia, dentaduras mal ajustadas, comerse las uñas, inapropiado uso de palillos o también por fumar. El humo del cigarrillo tiene sustancias nocivas que reducen el aporte sanguíneo y de oxígeno e incrementan la saliva favoreciendo el sarro y aumentando la cantidad de bacterias.
El tratamiento puede ser con: 1) Silicio orgánico (una cucharada cada mañana); 2) Vitamina C (un comprimido diario durante 3 meses); 3) Phytolacca Tintura Madre (en enjuague y para fumadores); 4) Zincum metallicum 4 CH (3 gránulos una vez al día; 5) Tabacum 4 CH (3 gránulos por la noche); 6) Carbo vegetalis 4 CH (3 gránulos una vez al día).
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