NOTA

TEN EN CUENTA QUE SI HACES CLICK EN ALGUNO DE LOS TITULOS DE NARRACIONES EN CURSO O NARRACIONES COMPLETAS, PODRAS VER TODOS LOS CAPITULOS JUNTOS DEL MISMO LIBRO, UNO A CONTINUACION DEL OTRO.

lunes, 27 de julio de 2015

CARPINTERIA "EL SIETE" (CUENTO)


En un ranchito ubicado en las afueras de la ciudad, Joaquín había instalado su carpintería. Sólo tenía unas pocas herramientas y máquinas, una cocina, un baño y dos piezas; era humilde pero se había hecho conocer y trabajaba bien, pudiendo vivir con los ingresos que le generaba sin necesidad de tocar sus ahorros. 
Una mañana, muy cerca de su casa, encontró el cuerpo de un hombre herido y maltrecho. Como vio que todavía respiraba, fue en busca de la carretilla, lo cargó y lo llevó a su choza. El joven había tomado mucho y, en total estado de ebriedad, había caído al suelo casi desmayado y se había lastimado un poco. Lo higienizó bien, lo curó y lo alimentó hasta que estuvo repuesto. 
Cuando Manuel, que así se llamaba el joven, estuvo bien comido y bien dormido, Joaquín le ofreció enseñarle el oficio para que trabajara con él. A pesar de lo que se esforzaba Joaquín para sacarlo bueno, a Manuel no le gustaba para nada trabajar y una y otra vez había estado a punto de irse a beber un poco de vino. 
Una noche, mientra Joaquín dormía, Manuel decidió terminar con su abstinencia y se marchó al pueblo. Para que Joaquín no advirtiera su salida, cerró la puerta de su dormitorio, dejó la vela encendida y salió por la ventana.
En completo estado de ebriedad y cantando con sus compañeros de trago, escuchó la sirena de los bomberos pasar por la puerta del boliche. Cuando Manuel volvió a la casa tambaleándose, vio una muchedumbre reunida en la cuadra. Del humilde ranchito sólo quedaba alguna pared, unas pocas herramientas y algunas máquinas salvadas del incendio. El resto estaba todo destruído y de Joaquín sólo se encontraron unos pocos huesos chamuscados que enterraron en el cementerio.
Manuel estaba absolutamente arrepentido por lo que había pasado y con mucho trabajo reconstruyó la carpintería. Lo recordaba siempre a Joaquín y las enseñanzas que le había dejado. Gracias a él se casó, tuvo un hijo y compró un auto.
A 500 Km del lugar, Joaquín, vivito y coleando, se preguntaba si Dios lo castigaría por engañar, mentir y prenderle fuego a su casa tan bonita sólo para salvar a un joven. Se contestó a sí mismo que sí, que había valido la pena pues Manuel por fin había cambiado y se rió al pensar que la policía del pueblo había confundido huesos de cerdo con huesos humanos.
Su carpintería nueva era tal vez un poco más modesta que la anterior, pero ya la conocían en el pueblo... se llamaba Carpintería "El Ocho".
Fuente: "Recuentos para Demián" - Jorge Bucay
                                                                                                Elsa Inés Bernardi Semino

No hay comentarios:

Publicar un comentario