Cierta tarde, un sabio llegó a una ciudad donde nunca antes había estado. Nadie le dio demasiada importancia a su presencia y las enseñanzas que predicaba no lograron interesar a la población. Es más, después de cierto tiempo, los habitantes de esa ciudad comenzaron a reírse y burlarse de él.
Un día en que se encontraba paseando por el centro del lugar, cierto grupo de mujeres y hombres lo empezaron a insultar. Él. lejos de fingir que los ignoraba, se les acercó y los bendijo. Ante esta actitud, cierto hombre se le aproximó diciéndole: "¿cómo puede ser que además sea sordo? Nosotros le gritamos horribles cosas y nos respondió con palabras hermosas". Entonces el sabio le contestó: "Es que cada uno sólo puede ofrecer lo que tiene".
Ser sabios quiere decir contactarse con la profundidad de nuestro ser para intentar averiguar "quienes somos". A eso le debemos agregar nuestra experiencia humana para darle sentido y trascendencia a nuestra vida en el paso por el mundo. El sabio busca su plenitud y felicidad y está permanentemente buscando qué legado nos dejará luego de su paso por esta vida terrenal.
Cada vez es más grande el número de personas que hacen "insight", o sea, se conectan consigo misma buceando en su interior y buscando la esencia de quiénes verdaderamente son.
Esto me recuerda la parábola del Buda de barro, que dice así: "Luego de una lluvia intensa, unos monjes empiezan a ver, abajo de una tonelada de barro, un enorme resplandor. La intensidad de la lluvia va derritiendo el barro y deja en descubierto la figura que estaba debajo... se trataba de una figura gigantesca de Buda".
El resplandor representa la sabiduría, la luz, el natural conocimiento que tenemos todos y que está oculto, muchas veces, por creencias que nos limitan, por miedo o por experiencias que han cerrado nuestro corazón y nos han transformado en seres mucho más mentales.
Pero siempre estamos a tiempo de re-conectarnos con nosotros mismos. La respiración, la meditación, el contacto con la naturaleza, caminar, la escritura libre, la observación, son algunas de las formas existentes que nos re-conectan con nuestro interior para poder convivir en este mundo.
A este ejercicio lo llamamos "espiritualidad práctica" o sea que podríamos decir que somos seres espirituales atravesando una experiencia humana.
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