LA BUSQUEDA (TERCERA PARTE)
A las 11 de la mañana está entrando en la
clínica. En la esquina hay un Peugeot 504 negro viejo con un hombre dentro; lo
mira pero lo desestima. Luciana, la recepcionista de la clínica, lo acompaña
hasta la habitación de Javier, donde lo recibe Paula, su hermana, que ya está
dentro. El Dr.Rasseri no está en el lugar. Paula los presenta y los deja solos,
aunque Pablo sabe que no está solo… la habitación está llena de cámaras y
micrófonos. Javier le dice que es consciente del crimen que
cometió y que sabe que él está allí para ayudarlo. Añade que amaba a su padre,
pero que ese amor no era recíproco; se hace cargo de todo, confirmando que ha
sido él quien ha acabado con su vida. Pablo
le pregunta por su madre y Javier le cuenta que era hermosa, igual a su hermana
Paula. Muy dulce, amante del arte y con gran talento para la pintura. Pablo
quiere saber porqué cometió ese crimen y por toda respuesta le contesta que era
la única manera de silenciar los gritos. Cuando Pablo le pregunta de qué gritos
le está hablando, Javier parece no oírlo y continúa contándole que en dos
oportunidades se quiso suicidar. Después se dio cuenta que su muerte no era
importante, porque no podía cambiar nada, en cambio la muerte de su padre podía
cambiar todo porque él era el que generaba cosas. Le pide que le narre lo que
recuerde del día que mató a su padre y el joven comienza diciendo que ese día
se había enterado por una conversación de sus hermanas, que su padre había
vuelto y sintió miedo. Sabía que a su regreso todo volvía a comenzar. Y esa vez
no fue diferente… los mismos ruidos, los mismos gritos espantosos. Ponía la
música muy fuerte para acallar todo eso. Siempre peleaba con una mujer, le
pegaba y la insultaba. Se dio cuenta que la voz era de su madre y supo lo que
tenía que hacer. Tomó una cuchilla de la cocina; cuando entró al cuarto su
madre estaba desnuda sobre la cama… cuando su padre lo vio, se sacó el cinto y
comenzó a pegarle, hasta que se cansó y se acostó. Él permanecía acurrucado sin
lamentarse por los golpes. Cuando levantó la vista vio que la madre ya no
estaba en el cuarto. Esperó que su padre se durmiera y cuando lo hizo se acercó
y lo mató. Estaba feliz porque a mi alrededor ya todo era silencio… no había
más gritos y no me volverían a molestar más. Entonces tomé una hoja y escribí… Se terminó… lo maté… Luego me acosté a
su lado abrazándolo y junto a él me quedé dormido. Pablo permanece esperando para ver si el paciente
va a seguir hablando pero en pocos minutos se da cuenta que se ha quedado
dormido, abrazado a la almohada como si fuera su padre. Cuando sale de la habitación lo está esperando el
Dr.Rasseri, que ha sido el único que ha presenciado la conversación y lo
felicita por la forma en que se manejó. También le confiesa que le ha contado
cosas que ni siquiera él, que lo atiende desde tantos años atrás, sabía. Agrega
también que ha borrado del disco rígido toda la grabación para no violar la
privacidad de Javier ni invadir un secreto tan profundo de su vida. Pablo
admira a ese hombre y lo colma una ola de respeto hacia él. Por último el
Dr.Rasseri le pregunta si después de haber escuchado con lujo de detalles el
relato de Javier, aún sigue pensando que tal vez él no sea el asesino y Pablo
le contesta que aún no lo sabe porque, aunque no tiene dudas que Javier le ha
contado toda la verdad, no sabe si esa verdad es real o si se trata de algo que
ocurrió sólo en su mente. Cuando se va, el Peugeot negro continúa allí, por
lo que decide irse para el otro lado y tomar el subte. Se dirige a la casa de
Paula. En el living le llama la atención un cuadro que pinta una escena
campestre de trazos muy similares al cuadro que vio en la casa de Camila. Se
acerca a mirar la firma y son sólo dos iniciales V.P. Pablo recuerda que Camila
le había dicho que su madre era una excelente pintora, por lo que deduce que
esos cuadros fueron hechos por ella: Victoria Peña. Paula le muestra dos
cuadros más. Uno de ellos está en el play-room y es en blanco y negro con juego
de sombras. El otro cuadro está en el dormitorio de Paula y es totalmente rojo.
Es un cuadro impactante y realizado con gran habilidad. Todas las pinturas en
conjunto tienen en común que hay que mirarlas con mucho detenimiento para
distinguir las figuras que han sido plasmadas de manera no demasiado
convencional. Por un momento quedan en silencio; éste es
interrumpido por Paula diciéndole que ella le debe una explicación, porque
cuando le preguntó dónde estaba el día que mataron al padre ella le dijo que no
se lo podía decir. Ahora desea que sepa que haberle respondido esa pregunta hubiera
significado reconocer saber en qué momento exacto lo mataron a su padre y ella
no tenía nada que ver con el crimen, por lo tanto no tenía respuesta para
darle. Le responde que para él todos son sospechosos y
le relata lo que le había pasado el día anterior, que lo estaban esperando dos
hombres en la puerta de su casa para decirle que deje de investigar la muerte
de Roberto Vanussi. De hecho hay muy poca gente que sabe que él se está
ocupando de eso, de modo que hay alguien que avisó a no sabe quién para que lo
fueran a apretar y piensa en Rasseri, el médico, en ella, alguien de la clínica
Ferro donde se encuentra internado Javier, en el subcomisario Bermudez que tuvo
a su cargo la investigación y con quien habló reiteradas veces y no desea sumar
a esta lista a Helena, su asistente, Fernando, su esposo y al Gitano, su amigo. Paula va en busca de los dos cafés que había
servido y a su regreso le dice que Camila le preguntó cuándo volvería Pablo a
la casa. El hombre se compromete para ir a verla al día siguiente al mediodía. Luciana, la secretaria del Dr.Rasseti llama por
teléfono a Pablo para decirle que tiene un sobre que le ha dejado el doctor,
con instrucciones precisas de entregarlo sólo en mano. Mientras tanto Helena y el Gitano, profesor y más
tarde analista de Paula, aceptan su complicidad por haberlo involucrado a Pablo
en todo este tema, con la única intención de que llenara una carilla con datos
y pusiera su firma, convenciendo al juez para que no enviara a Javier a una
cárcel común, pero lo que menos se imaginaron que Pablo se iba a obsesionar con
el tema de esta forma. Deciden darle participación a Fernando e intentar entre
los tres sacar a Pablo de este asunto lo antes posible, antes que sea demasiado
tarde.
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