Antes de ser desplazado temporalmente de su cargo de Jefe de la Aduana, Gómez Centurión estaba pensando en cómo seguiría después de haber denunciado a 55 importadores, que con una DJAI aprobada pero sin despacho asociado y sin haberse realizado la importación, giraron divisas al tipo de cambio oficial. Entre los años 2012 y 2015 el fraude ascendía a la suma de trescientos noventa y cinco millones de dólares. Las inconsistencias habidas en el extinto regimen, involucraban a más de 17.000 importadores por un total de catorce mil quinientos millones de dólares. Él ya había dado la orden de intimar a todos esos importadores, para que presentaran los despachos o un informe dando cuenta del porqué giraron más divisas de las autorizadas. También los exhortaba a explicar cómo hicieron para la importación y el giro de divisas en distintas oportunidades, con una misma DJAI... pero en ese espacio de tiempo fue separado de su cargo. Gómez Centurión quería lograr que el canal verde fuera cada vez más verde al igual que el rojo lo fuera cada vez más, pero vio frustrado el plan que se había trazado. Gente que temía que eso ocurriera, realizaron una mala compaginación de audios que lo involucraron en toda esa trama siniestra. Su estrategia era cambiar el control por verificación dejando atrás un modelo ya caduco y poner en práctica el sistema informático disponible, evitando con esto que el aduanero tuviera todo el poder en el puerto. Su primer conquista en la Aduana fue descubrir que el 6% de todas las importaciones a la Argentina en los últimos tres años, fue hecha de manera irregular. porque el volumen de la mercadería era tal, que tornaba inviable la realización de un control físico. Quería también minimizar el poder en la Aduana, porque suponía que de esa manera iba a ser más complicado ceder ante la corrupción que avenirse a cumplir con la legalidad... pero no tuvo tiempo de hacerlo.
Fuente: Diario "La Nación"
Elsa Inés Bernardi Semino
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