HIPERTENSION ARTERIAL - NUMEROS QUE ALARMAN

En el último congreso argentino de Hipertensión Arterial (HTA) dieron una conferencia en la que hacían una comparación entre la cantidad de muertos que había dejado el Tsunami del 26/12/2004 y la mortalidad por hipertensión arterial. El tsunami arrasó las playas de Tailandia y dejó un saldo de 250.000 muertos. Esa catástrofe fue tapa en todos los diarios del mundo.  Sin embargo por la HTA mueren diariamente en todo el mundo, aproximadamente 25.700 personas. Es decir que en 10 días superan el saldo de mortalidad que produjo el tsunami del Japón y, por supuesto, esto no sale publicado en ningún diario mundial. Dicho de otro modo, es como si anualmente murieran 9, 5 millones de personas en el mundo por complicaciones de la Hipertensión Arterial.  Se calcula que a nivel mundial, aproximadamente el 40% de las personas mayores de 25 años tienen HTA.  Es la responsable del 45% de los fallecimientos mundiales por enfermedades cardíacas y del 51% de las muertes por ataques cerebrovasculares.  Lo grave de la HTA es que no da síntomas, es decir, es una enfermedad silenciosa. Se la llama el asesino silencioso. Por esta razón es bastante difícil enterarse de que una persona es hipertensa o por lo menos el porcentaje es muy bajo y también lo es saber que porcentaje de hipertensos están bajo tratamiento.  Por múltiples estudios que hablan de la ley de las mitades, se dice que de cada 100 personas hipertensas, la mitad lo sabe y la otra mitad lo ignora. De aquellos que lo saben, la mitad se trata y la otra mitad no lo hace. De los que se tratan, la mitad tiene la presión controlada, dentro de los rangos razonables, pero la otra mitad no lo está.  Por todo esto se podría decir que de cada 100 personas con HTA, sólo 13 están bajo tratamiento y controladas.  Todo lo expresado hasta aquí infiere que es imprescindible conocer los valores de nuestra tensión arterial, sometiéndonos a un control más o menos periódico y si supera 135 de máxima y 85 de mínima, no deje de consultar a su médico.

Fuente: Dr.Julián Volmaro - Diario "Convivir"
                                                                                          Elsa Inés Bernardi Semino