La supuesta hija de Cristina Kirchner, Carolina Pulqui, a quien parecería que habría abandonado, produce estupor pero también curiosidad. Al abandono inconcebible, se le suma una serie de razones por demás injustificables. Una de las razones del abandono sería la edad en que Cristina habría dado a luz a la niña (19 años) y otra por demás repudiable, que la niña habría nacido con capacidades mentales reducidas. Carolina no habría nacido de su relación con Néstor Kirchner sino que sería el resultado de un corto y apasionado amorío con un maduro militante peronista mendocino. El abandono de la niña parecía perfilarse como la única opción, debido a la corta edad de Cristina, la alta edad de él y la desgracia de haber nacido con el síndrome de down. Se comenta mucho esta hipótesis, pero se mantiene bajo la más absoluta reserva por directas órdenes de la misma Cristina. Pero las cosas, tarde o temprano, salen a la luz, del modo menos esperado. Según han revelado fuentes muy cercanas a Cristina, un día, siendo ella ya Primera Dama, quedó estupefacta cuando casualmente alguien por la calle, en La Plata, la señaló y gritó ¡Mamá! Cristina siempre visitaba a Carolina en el Centro de Rehabilitación San Juan de Dios, en La Plata, donde aparentemente habría sido dejada luego de su nacimiento, pero en todo momento intentó que las visitas pasaran por demás desapercibidas. Con el tiempo la joven tuvo que ser trasladada porque la gente comenzó a sospechar. La instaló entonces en una vieja casona de la Avenida Alvear, entre Rodríguez Peña y Montevideo. Se trata de una oscura y simple casa en Recoleta donde la dejó al cuidado de sus tutores para que se ocupen de ella. En el año 2007 y antes de asumir Cristina como presidente de la Nación, se pudo ver entrar a la casa a Cristina, por lo menos en dos oportunidades, pero luego de su asunción no volvió a vérsela por ese lugar. Esta historia es escalofriante, no solamente por el silencio y la amenaza que se cierne en torno a ella, según lo expresan gente de su más cercano entorno, sino sobre todo por el terrible significado que representa abandonar un hijo en la situación en que se encuentra Carolina.
Fuente: "Nova Argentina" - Noticias de la Argentina y el Mundo
Elsa Inés Bernardi Semino
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