NOTA

TEN EN CUENTA QUE SI HACES CLICK EN ALGUNO DE LOS TITULOS DE NARRACIONES EN CURSO O NARRACIONES COMPLETAS, PODRAS VER TODOS LOS CAPITULOS JUNTOS DEL MISMO LIBRO, UNO A CONTINUACION DEL OTRO.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

HISTORIA DE MI VIDA - PARTE 10





 
Tres meses más tarde de mi casamiento, es decir en junio, quedé embarazada. Yo continuaba trabajando en la Administración y Carlos en el Banco de Londres. Mamá, como les dije, se casó en setiembre de ese año y se fue a vivir a Caballito, a la casa de Alvaro. Cuando mamá se mudó, con Carlos continuamos alquilando el departamento donde yo había nacido, porque los dos trabajábamos en el centro, yo estaba embarazada, no teníamos auto y viajar todos los días ida y vuelta a Ramos se nos hacía pesado. Así que estábamos de lunes a viernes allí y los finde nos íbamos a nuestra casa de Ramos Mejía. Cuando llegábamos el pasto nos tapaba y el terreno era tan grande que no nos alcanzaba el fin de semana para cortarlo. Tampoco nos daba para contratar un jardinero, porque aunque la familia de Carlos estaba en muy buena posición económica, la realidad era que nosotros vivíamos de nuestros sueldos. Además, como yo había nacido en el centro de la capital, no me acostumbraba demasiado a vivir tan lejos, así que estar nuevamente en mi casa me hacía sentir mejor y los viajes de los finde los tomaba como un paseo. Hoy pienso lo que no daría por tener esa casa, en ese lugar, en este momento.
Mi embarazo fue excelente y trabajé los 9 meses completos, porque como el parto se me adelantó 15 días, dejé de trabajar el día anterior. Con posterioridad a los 3 meses de licencia por maternidad, presenté mi renuncia para dedicarme por completo a la crianza de mi hijo. Marcelo nació con parto natural, como todos mis hijos, el 8 de marzo de 1963, con Kg 4,150. Sí, era enorme. Me interné a las 6 de la mañana y nació 8 y 10 de la mañana, así que poco menos que el tiempo necesario para instalarnos con Carlos en la habitación. Nació en el Policlínico Bancario, pero el policlínico de aquél entonces, que no tenía nada que envidiarle al mejor sanatorio de ese momento. Estaba en una habitación individual con vista a los jardines, que son todavía hermosos y la atención fue excepcional. Qué lástima que haya caído tan estrepitosamente a la actual situación!
Como yo de soltera había tenido una vida relativamente austera, -bueno, más que austera, económicamente planificada para poder llegar a fin de mes- decidimos que yo administraría los gastos del hogar, porque Carlos de eso no sabía nada. Su vida había sido completamente distinta y no sé si exagero al decir diametralmente opuesta. A fin de mes juntábamos los dos sueldos (que después que renuncié fue uno solo), yo hacía las cuentas y lo que sobraba lo guardaba y, ¡qué tiempos aquellos!,  yo podía calcular cuánto podíamos ahorrar en un año y hacer planes a largo plazo. Tanto fue así que a poco de nacer Marcelo nos compramos un Fiat 600 0KM, en la Concesionaria Sergidel Cid Campeador.  La verdad no me acuerdo qué presidencia era, pero ¡qué estabilidad que había entonces! Si alguno se acuerda me lo pueden decir?
Antes de seguir adelante no puedo dejar de contarles esto. Un día de semana, iba en el auto al club del Banco Español a jugar al tennis; Marcelo iba dormido en el asiento de atrás... tenía poco menos de un año. Cuando llegué a la esquina de Quintana y Montevideo, yo iba por Quintana y en la esquina de Montevideo había parado una camioneta para darme paso y cuando avancé, por detrás de la camioneta y a todo lo que daba cruzó otro Fiat 600, con una mujer joven al volante, una señora mayor de acompañante y dos chicos atrás. Literalmente me la tragué o sea que me hizo bolsa el frente del coche que hacía 15 días lo habíamos sacado de la concesionaria y me fui arriba de la vereda casi adentro de una farmacia que estaba en la esquina. No sabía cómo hacer para llamar a Carlos, porque pensé que me iba a matar. Lo primero y único que me preguntó fue cómo estábamos nosotros dos y me dijo que no me preocupara que el auto se iba a arreglar. Él era así, muy bueno. A la noche fuimos juntos a la casa de la chica y entre los maridos arreglaron todos los papeles y como nosotros teníamos el seguro contra todo riesgo en La Caja, no tuvimos ningún problema.
..// continuará

                                                                                  El rincón de neche (Elsa)




No hay comentarios:

Publicar un comentario