NOTA

TEN EN CUENTA QUE SI HACES CLICK EN ALGUNO DE LOS TITULOS DE NARRACIONES EN CURSO O NARRACIONES COMPLETAS, PODRAS VER TODOS LOS CAPITULOS JUNTOS DEL MISMO LIBRO, UNO A CONTINUACION DEL OTRO.

miércoles, 28 de agosto de 2013

PROBLEMAS DE PAREJA - PARTE 4









Los problemas personales salen a la luz en el vínculo amoroso, ya que al estar con otro, emergen aspectos de uno que se encontraban en la sombra.
La idea principal es nuevamente ésta... evidentemente, para que algo te moleste tanto de tu pareja y lleguen a tener un conflicto por esto, es porque en eso que ocurre ves reflejada una cuestión de tu vida personal. Hay una frase que plasma esto: "una piedra nunca te molesta salvo que esté en tu camino". 
Para que se entienda....proyecto en el otro las partes que más rechazo de mí. Me fijo qué tengo yo del otro en mí, que tanto me molesta, como si estuviera viendo a mi sombra y recién la descubro cuando la veo en él.
Si me doy cuenta de esto y acepto el desafío, sé que ayudará a mejorar la relación. Dejo de culparlo y empiezo a ver qué pongo de mi parte en el conflicto. Por empezar, la energía que usaba para culparlo, la uso para observarme y hablarle de mí, de lo que necesito y de lo que me pasa con las actitudes que él tiene conmigo. Aquí tenemos la llave... conectarme siempre con lo que me está pasando y no hablar del otro. Y de última, si lo que pasa no me gusta, puedo optar por irme o ver cómo estar lo mejor posible con éste que yo quiero.
Este es el camino, ir descubriéndome y descubrir a los otros al mismo tiempo... no esperar que no haya conflictos, sino usarlos como oportunidades para crecer como personas.
Pero esto de proyectarnos en el otro para autoconocimiento no es lo único. La otra dificultad con la que nos encontramos es saber lo que verdaderamente necesitamos.
A ver... puedo hacer un escándalo por tu llegada tarde, pero lo que en realidad tengo que ver es qué te estoy pidiendo cuando te reclamo puntualidad. Lo más probable es que lo que yo necesite no se resuelva con tu llegada temprano. ¿qué te estaré pidiendo a través de ese reclamo? ¿Qué me consideres? ¿Qué me valores? Mientras tanto el otro nos mira, como si estuvieran frente a una persona por lo menos exagerada o irracional.
Estas actitudes tan arcaicas tienen que ver con nuestros primeros años de vida, de conductas que hemos incorporado para defendernos de las heridas padecidas en nuestra infancia.
Este recuerdo tiene un nombre... "el niño herido". Este niño herido que llevamos dentro, es el que nos hace actuar de esta manera.
Todos los dolores que en nuestra infancia no pudimos expresar, es la mochila que hoy cargamos... y con nuestras reacciones los expresamos sin darnos cuenta. Estas son las reacciones que más problemas nos causan en las relaciones íntimas. Es lamentable que los dolores y enojos que no resolvimos en el pasado, los traigamos al presente y nos genere problemas con el otro.
Generalmente el noviazgo y el matrimonio son los que disparan estas viejas heridas que hasta entonces no habían aparecido y entonces creemos que es nuestra pareja quien las causa. Habitualmente no empieza al principio de la relación sino a medida que nos vamos sintiendo más unidos con el otro. Muchas veces se llega a la separación y el problema en sí no está en la relación sino en asuntos no resueltos con su pasado, en uno de ellos o en los dos y hasta que no nos ocupemos del niño herido las relaciones íntimas irán empeorando.
Para llegar al punto del dolor es necesario dejar de culpar al otro y autoobservarnos qué nos pasa a nosotros con nuestras reacciones.
Cuando nos ponemos en pareja, esperamos que cada uno de nosotros sea el padre o la madre que no nos va a abandonar y que nos va a aceptar incondicionalmente como somos y cuando empezamos a ver que esto no pasa, porque estamos esperando algo imposible, empezamos a culparnos.
A veces se intenta llenar el vacío con la llegada de un hijo, pero eso no los transforma en adultos... siguen siendo dos niños que buscan salvarse y en sus relaciones interpersonales actúan como niños. Pueden ser brillantes en todos los otros aspectos, pero cuando vuelven a la intimidad son niños infinitamente necesitados de cariño, de reconocimiento y de atención.
Lo que se procura en las terapias es calmar al niño herido, dándole al paciente el espacio que necesita para expresar su enojo y su dolor. A partir de allí comienza a crecer y con ello desaparecen los conflictos en las relaciones íntimas.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario