El ají o pimiento, además de ser un ingrediente exquisito en la cocina, es un vegetal con amplias propiedades curativas. Es fuente de fibras, gran cantidad de vitamina C y minerales.
Como tiene fibra, mucha agua y casi carece de grasa, es muy apto para ser incorporado a las dietas para adelgazar.
Aporta el equivalente de cuatro naranjas en vitamina C, además de vitaminas A, E, B1, B2, B3, B6 y dentro de los minerales: fósforo, potasio, magnesio y calcio. También ácido fólico, capsaicina, carotenos y beta carotenos.
Favorece la formación de huesos, dientes y colágeno, por lo que estimula el crecimiento del cabello y las uñas y hace bien para la visión y las mucosas.
Refuerza el sistema inmunológico y por ende actúa en la creación de glóbulos rojos y blancos.
Ayuda a transmitir y generar el impulso nervioso y muscular.
Debido a su contenido de vitamina E, es un gran antioxidante contra el cáncer y tiene poder analgésico en el tratamiento del reuma y la artritis.
En la medicina naturista, es recomendado para la cura de varios males. Como dije, se usa para calmar los dolores musculares y reumáticos, pero también los dolores de oído, de muelas y de cabeza.
Es recomendado porque estimula el sistema digestivo, es afrodisíaco y aconsejable en las picaduras de insectos.
Un estudio realizado sobre la "capsaicina", que es la molécula del ají que produce el picor, ha revelado que esta molécula actúa sobre las neuronas transmisoras de la sensación del dolor, calmando dolores causados por la artritis. Cuando el picor es contínuo, nuestras defensas reaccionan produciendo endorfinas que mitigan el ardor y lo transforman en una sensación de euforia y placer.
Alivia la tos seca, los resfríos y los ataques de asma y tiene propiedades bactericidas.
Debido a todas las bondades del ají, es muy utilizado en la preparación de cremas analgésicas, sustancias aromáticas y aceites.
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