DEL MIEDO A LA FOBIA

 

 

 

 

Bobby perdió a los 9 años, en un choque automovilístico, a su hermano menor. Ahora tiene 50 y continúan apareciendo los recuerdos de ese accidente.

Si bien es cierto que para todos la memoria tiene un valor enorme y tememos terriblemente perderla algún día, a veces, sin embargo, sería terrible si no nos permitiese olvidar nada.

Hay personas que pasan por un hecho traumático y tienen, además de memoria fotográfica, el poder de recordar cada hecho pasado como si lo estuviera reviviendo. A esta capacidad se la llama "memoria flash". Consiste en que ante un episodio determinado, el cerebro almacena todos los detalles que rodearon a la escena principal. Por ejemplo, dado un accidente de auto, además de recordar el choque, se recuerda la música que estaban escuchando en ese momento, la cara de la gente que rodeaba el auto cuando ocurrió el accidente, cómo estaba el tiempo y todos los detalles que acompañaban la escena.

Una ley médica dice que "las neuronas se cablean juntas si se disparan juntas". Por ejemplo, las neuronas que se activaron con el ruido que hicieron los frenos al chocar, permanecen asociadas con aquellas otras neuronas que escuchaban la radio en ese mismo momento. O sea que cada vez que recordamos el episodio lo rememoramos siempre en su totalidad... sin dejar nada de lado... y siempre le agregamos un poquito más.

Veamos... las fobias surgen de los miedos. El miedo es una reacción normal a algo, pero como cada vez que la memoria repasa ese hecho, le va agregando los posibles desastres que podrían haber ocurrido en ese accidente, ese miedo se va transformando paulatinamente en fobia. Cada vez que se lo recuerda aparecen nuevas emociones e imágenes y el miedo va aumentando progresivamente.  

O sea, se produjo un hecho que nos dio miedo, pero como al recordarlo reiteradamente le vamos agregando las consecuencias imaginarias que podría haber tenido, generamos la fobia... es decir que el miedo lo transformamos en fobia.

Esto se debe a una zona del cerebro de nombre amígdala... por lo que creemos que si la amígdala no repitiera y ampliara los hechos pasados, las fobias no existirían.

En el año 2001 se descubrió un medicamento llamado betabloqueante. que frena a la amígdala y no permite que persista en un recuerdo y mucho menos que lo amplifique.

Si estos fármacos se administran cercanamente al trauma acontecido, se evita también la aparición de síntomas físicos y psíquicos asociados con el miedo (taquicardia, palpitaciones, hiperventilación, transpiración) y evita que se grabe firmemente en la memoria... o sea que ayuda a diluir el recuerdo. De alguna manera está mandando al inconsciente algo que no puede tolerar la conciencia.