El Alzheimer no hace distinción entre hombres y mujeres, nacionalidad ni raza. Afecta en mayor proporción a los adultos mayores.
La padece el 10% de las personas mayores de 65 años y el 50% de los que llegan a los 90.
Todavía no existe medicación para su prevención, pero se pueden tomar medidas de eficacia comprobada, que retrasan la aparición de las manifestaciones de la enfermedad. Básicamente nos referimos al uso del cerebro.
Por ejemplo, resolver o participar en juegos que demanden habilidades cognitivas, tipo Sudoku, palabras cruzadas, juegos de cartas, videojuegos, ajedrez, backgammon y otros del mismo tenor.
Es también muy positiva y de gran valor la lectura.
En definitiva, lo más importante es hacer actividades que demanden memoria, ingenio y capacidades
de orientación espacial. A todas estas actividades se las llama de estimulación cognitiva y sirven como gimnasia para el cerebro y para retrasar la aparición de síntomas de la enfermedad.
Los síntomas más precoces son los problemas de memoria, sobre todo la memoria relacionada con episodios vividos (por ejemplo olvidarse de eventos que pasaron, como fiestas, viajes, hechos importantes, etc). Después la memoria se ve afectada respecto a los nombres. Por último y entre otras alteraciones, con el avance de la enfermedad, empiezan a hacer su aparición los problemas para orientarse en el tiempo y en el espacio y comienzan las dificultades en el lenguaje.
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