Lo más importante, a la hora de abordar esta cirugía, es la consulta con diferentes profesionales, para llegar a la decisión sin ninguna duda y con la tranquilidad de haber hecho una buena elección en cuanto al médico que va a realizar la intervención.
Se destaca la importancia de hablar con el médico sobre los antecedentes médicos del paciente: familiares que han padecido cáncer de mamas, si fuma, si tiene alergias, si existen cirugías previas, la medicación que toma, si ha tenido hijos o ha estado embarazada sin llegar a la concepción y realizar los exámenes propios de rutina.
Otro tema a tener en cuenta se refiere a la marca de los implantes a elegir. Deben tratarse de implantes de marcas confiables y conocidas, que tengan la aprobación de la FDA (Foods & Drugs Administration), debiendo exigirse ver la caja que las contiene, indicando su volumen y la marca.
En el momento de realizar el exámen físico, el médico indicará si son convenientes prótesis lisas o texturizadas y verá en qué plano se obtendrá mejor resultado (detrás del músculo pectoral o detrás de la glándula mamaria) y si las implantará por debajo del surco sub-mamario o vía axilar o por debajo de la areola.
Posteriormente a la operación, el médico interviniente entregará a la paciente un sticker de cada prótesis, con todos los datos de las mamas. La paciente guardará reposo absoluto las primeras 24 horas y por 48 horas más, con un relativo reposo, usará el vendaje que le habrá colocado el profesional. No deberá abandonar la medicación indicada ni los controles posteriores y por 15 días aproximadamente, no hará esfuerzos físicos, sobre todo con los brazos. Se recomienda una comunicación fluída paciente-médico durante los primeros días del post.operatorio.
Si se tienen en cuenta estas recomendaciones, no existirán riesgos en la salud de la paciente.
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