El Galaxy Note 7 de Samsung, fue lanzado al mercado en el pasado mes de Agosto y se vendieron 2,5 millones de unidades en Estados Unidos y Corea del Sur. La empresa señaló que no afectó al mercado chino por tener diferente configuración. Anunció además que reemplazará todos sus teléfonos inteligentes Galaxy Note 7, por estar equipados con baterías proclives de incendiarse en el momento de la carga y dispuso también la detención de la venta en 10 mercados. La reactivación de las ventas de celulares móviles del gigante electrónico surcoreano Samsung Electronics, se vio sacudida por este golpe devastador. A sólo dos semanas de haber sido lanzado como dispositivo estrella, se reportaron incendios durante la carga. El costo del celular era de 885 dólares. Según un comunicado de Samsung, en aproximadamente dos semanas tendrá los dispositivos de reemplazo para los teléfonos ya vendidos, sin aclarar cuándo serían retomadas las ventas de estos aparatos. Se trata del último teléfono premium de Samsung. En conferencia de prensa, el jefe del negocio se manifestó preocupado por esta circunstancia, no especificó cuántos son los teléfonos que deberán ser reemplazados y señaló que ignora por el momento de qué costo están hablando. El reemplazo de dispositivos no tiene precedentes en Samsung. Según los analistas, la naturaleza del problema le asesta a Samsung, que siempre se ha jactado de su habilidad manufacturera, un duro golpe a su reputación, Agregaron que, visto la creciente competencia de empresas como Apple, que piensa lanzar su nuevo IPhone la semana entrante, Samsung debe actuar con rapidez para minimizar el daño y ya apuestan a una fuerte venta del Galaxy Note 7 en la segunda mitad del año.
Fuente: Agencia Reuters - Diario "La Nación"
Elsa Inés Bernardi Semino
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