Debido a las dudas que existen sobre la muerte del sacerdote Juan Viroche, el Vaticano envió como representante para interiorizarse de lo sucedido, al abogado del nuncio apostólico Mario Baudry. El abogado relató el avance para esclarecer los hechos ocurridos en la localidad tucumana de Ingenio La Florida, provincia de donde era oriundo el sacerdote Juan Viroche, quien apareció ahorcado en la sacristía de su parroquia. Según el abogado, la hipótesis de un asesinato surgió a partir de los dichos de todos los vecinos y amigos del cura, como consecuencia de sus denuncias contra el narcotráfico. Al día siguiente del hecho, Viroche iba a denunciar a una importante autoridad de la provincia, por trata de menores, drogándolas primero con paco y luego obligándolas a ejercer la prostitución con los camioneros que pasaban por la ruta. Pero cometió el error de contárselo a personas de su confianza, que por lo visto no eran tan confiables. Ya había juntado toda la documentación y la había presentado al fiscal de la causa, Diego López Avila, el que curiosamente piensa que se trató de un suicidio y rotuló la causa como muerte dudosa. En realidad está tratando de establecer si es real que fue víctima de amenazas. La denuncia también incluía a personajes de muy alto nivel en el ámbito policial. La policía lo desacreditó contando que el cura frecuentaba con muchas mujeres. Está demostrado que en el interior de la iglesia hubo una fuerte pelea. Algo más que contó Baudry fue que cuando la policía concurrió a fotografiar la escena del crimen, no la filmaron, según dijeron porque se olvidaron, lo que determinó la pérdida de muchísima información y la imposibilidad de reproducir la escena. Agregó que cuando fue a hablar con el obispo, no lo recibió, insistiendo en que se trataba de un suicidio. El arzobispado a cargo de Alfredo Zecca, también impidió la presencia de los sacerdotes acompañando en la marcha en repudio a la muerte de Viroche. Para avalar su tesis de que se trató de un homicidio, el abogado relató que cuando vio la foto del cura, pudo apreciar que el cuerpo tenía sangre, agregando que nunca había visto un ahorcado que sangrara. Además recordó que el padre usaba anteojos con mucho aumento y que los encontró tirados en el suelo, en medio de la escena de la pelea. Sostiene que el cura sin lentes no podría haber hecho nada porque no veía. El Papa Francisco sigue de cerca los acontecimientos... no es común que un sacerdote se suicide dentro de su Iglesia. Su principal inquietud es saber qué fue lo que pasó. Sabe perfectamente que se trataba de un cura que denunciaba las drogas y las mafias políticas, pero es un pastor de su Iglesia y es lógica su preocupación. Según se pudo saber Viroche ya tenía otorgado el traslado de parroquia y para la semana posterior a la del hecho tenía una serie de actividades ya programadas, por eso hace ruido el hecho del aparente suicidio. El Vaticano está más cerca de la hipótesis del homicidio, porque hubo muchos casos parecidos en México, de sacerdotes que terminaron muertos después de haber denunciado narcotráfico. Los resultados preliminares de la autopsia refuerzan la teoría de que se suicidó, aunque no se sabe si se habría tratado de un suicidio voluntario o inducido. Tanto sus familiares como todos sus vecinos y él mismo antes de morir, insistieron en que fue víctima de frecuentes amenazas. Por de pronto deben peritar 3 celulares, 1 chip, 1 disco rígido, 2 pen drive y 1 notebook en busca de pruebas y están consultando a la Justicia Federal si hay denuncias sobre narcotráfico hechas por el sacerdote. El fiscal también quiere averiguar con quien habló por teléfono o se mensajeó Viroche los días anteriores. Por de pronto tienen los números de líneas que se entrecruzaron con su celular, de manera que pedirán a las Telefónicas los titulares de esas líneas y pidió la colaboración de todo aquél que tuviera alguna información para esclarecer el hecho. Los exámenes forenses de toxicología dieron negativo y tampoco el cuerpo presenta escoriaciones que induzcan a pensar en un forcejeo. Tampoco tiene huellas que hagan pensar en un ahorcamiento manual. Se supo que el fiscal le tomó declaración a una vecina de la parroquia que habría aportado información sobre lo ocurrido al sacerdote.
Fuente: "Infobae"
Elsa Inés Bernardi Semino
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