Angelina, desde que nació, fue sumamente inquieta e insoportable. No exagero... ya cuando estaba en la panza se movía tanto que su madre estaba loca y no veía la hora de que Angelina naciera, pensando que así iba a estar más tranquila. Pero se equivocó. Cuando nació era terriblemente friolenta, lloraba muchísimo y sin consuelo, hasta que la envolvieron con una mantita y se calmó. Ya más grandecita, empezó a concurrir a la pileta, pero cuando salía del agua se le ponían los labios morados, la piel de gallina y temblaba como una hoja. Siempre fue muy miedosa, sobre todo a la noche. Casi siempre se despertaba a las 3 de la mañana, muy asustada y con mucha angustia; pensaba en fantasmas, en ladrones y aunque era chiquita ya le preocupaba la muerte. La inquietud y la ansiedad eran las dos cosas que hacían que Angelina estuviera continuamente en movimiento. Por esa razón era alta y muy flaquita. Debido a que era tan miedosa quería estar siempre acompañada. Increíblemente ordenada, yo diría que por demás; era más bien obsesiva y resultaba fastidiosa y por momentos imbancable. Vomitaba con mucha facilidad y también con mucha frecuencia tenía unas diarreas terribles. Tenía también broncoespasmos. Y pensar que todos sus males le empezaron después de aquella famosa vacunación. Pobrecita, la realidad es que era más digna de lástima que otra cosa. Vivía enferma y se rascaba todo el día porque tenía una piel horrible. También tenía un carácter horrible y además era envidiosa, despreciativa, criticona, avara, desconfiada, calumniadora y perversa. Antes de los exámenes se ponía insoportable. Era precipitada, impaciente y se despertaba siempre de mal humor, irritada, como una loca. Un verano se fue con su familia a veranear a la playa y ahí cayó la gota que rebalsó el vaso.Tuvo un broncoespasmo terrible a las tres de la mañana. La internaron y estuvo al borde de la muerte. Pero Angelina siempre tuvo un Dios aparte... en el hospital había un médico que estaba haciendo el curso de homeopatía y sabía mucho del tema. Así que Angelina tuvo mucha suerte! El médico le dio su simillimum y tal como sucede en los cuentos de hadas, Angelina se curó para siempre y todos fueron finalmente muy felices. Se preguntarán qué es el simillimum: para cada caso hay un medicamento que patogenéticamente se acerca más a las características del padecimiento del paciente. A este medicamento lo llaman el medicamento simillimum del caso, o más fácil, el simillimum. Encontrar el simillimum a veces es una difícil tarea. Por lo general se prescriben remedios muy aproximados al cuadro del enfermo, que mejoran y también curan, pero probablemente no llegan a ser lo eficaz del simillimum. Se puede reconocer cuando se lo ha encontrado, porque despierta una profunda movilización en el paciente, tanto en el plano somático como en el psíquico. A veces se producen curaciones orgánicas tan asombrosas y cambios tan profundos en la actitud mental del paciente, que nos dan la cabal evidencia de que estamos en presencia del simillimum. El medicamento cura a la persona y también curará la enfermedad.
Fuente: Diario "El Homeopático"
Elsa Inés Bernardi Semino
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