Popularmente se considera inofensivo al éxtasis puro. Esto no es así, porque aunque no esté alterado daña el cerebro del consumidor. Las drogas de diseño no son confiables. A minutos de ser ingeridas ya hacen efecto, pudiendo matar en un período muy corto. A lo largo del tiempo invaden el organismo y dañan el sistema nervioso central. Las drogas de diseño son esas que, como su nombre lo indica, se hacen en un laboratorio; no provienen de ningún vegetal, como la cocaína o la marihuana. El éxtasis altera la consciencia de la persona. Químicamente se parece a los alucinógenos y estimulantes, pero difiere en que dá más energía y quien lo consume se siente emocionalmente feliz. La doctora Nora Volkow demostró que las drogas enferman el cerebro humano. El éxtasis es más aceptado que la cocaína y la marihuana, porque al activar la serotonina no produce una euforia como la cocaína sino un estado de placer emocional, felicidad y también pérdida del miedo. También produce alucinaciones. Aumenta la actividad de tres químicos; la dopamina, la norepinefrina y la serotonina. La primera provoca euforia, la siguiente aumenta la presión sanguínea y el ritmo cardíaco y la última disminuye el sueño, el apetito, también el deseo sexual, dando más confianza con los demás. Esto último hizo que se la llame "love drug" (droga del amor). Los efectos del éxtasis duran entre 3 y 6 horas. Algunos toman una segunda pastilla al poquito rato de haber ingerido la primera, para que les haga efecto más rápido. El efecto puede causar contracciones musculares, náuseas, abundante transpiración, escalofríos, visión borrosa. Puede conducir a una hipertermia, porque el organismo deja de regular la temperatura y esto llevar al mal funcionamiento del corazón, riñones o hígado y por último a la muerte. Con mayor razón si se combina con otra droga. Los que se drogan con éxtasis pueden tener muchísimos síntomas durante la semana: mal talante, agresividad, dificultad para dormir, poco apetito sexual, depresión, falta de atención, potenciándose los efectos si es consumida de manera permanente a lo largo de los años. La realidad es que todas las drogas enferman y aún matan y nada de lo que intentes hacer para evitar que esto ocurra, como compensar el daño de una droga, con otra, para atenuar el efecto de la primera, puede alterar este final.
Fuente: Revista "Noticias"
Elsa Inés Bernardi Semino
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