Tras el escándalo que protagonizaron
las reinas de España en Palma de Mallorca, la familia real está pasando un
momento fuerte de tensión.
Esto se remonta a más de una década atrás. Los
compañeros de trabajo de Letizia Ortiz, de 45 años, cuando era presentadora de
la televisión española, le pusieron de sobrenombre “Fictizia”. El incidente sucedió el 1º
de abril, precisamente cuando la familia real salía de celebrar la misa pascual
en la Catedral de Palma de Mallorca. Todavía estaban dentro del recinto sagrado
cuando la reina Sofia, de 79 años de edad y madre de Felipe VI, se
acercó a la princesa Leonor (12,
heredera del trono) y a la infanta Sofía (10), sus nietas, para tomarse una foto con ellas. Letizia, cuando
vio la escena, se puso delante de los flashes. Instantáneamente, la menor Leonor
sacó bruscamente la mano de la abuela de su hombro. Felipe tocó el brazo de su
mujer, para alertarla de los fotógrafos. Cuando salieron, Sofía intentó
nuevamente sacarse la foto pero su nuera no la dejó. Luego, Sofía se acercó a
Leonor para darle un beso en la frente y cuando la suegra se alejó Letizia
limpió la frente de su hija con la mano. Esas
imágenes fueron muy criticadas dentro y fuera de España. La crítica más dura
fue la de Marie-Chantal
Miller, esposa del príncipe Pablo de Grecia (primo
de Felipe VI), quien en su twitter puso que “ninguna abuela merece ese tipo de
trato. Letizia ha mostrado su verdadera cara". Por su
parte, Inma Aguilar, muy amiga de
Letizia, dijo que a la reina le preocupa quién le hace fotos a sus hijas y que
ella siempre suele llevarse la peor parte por no ser de sangre real. Según se sabe, se trata de una
enemistad histórica, en la que hay dos grandes puntos de
conflicto. Por un lado, Letizia puso siempre obstáculos para que Sofía vea a
sus nietas. Hasta llegó a prohibir sus visitas, aduciendo que las niñas tienen
que ser disciplinadas y no pueden alterar sus horarios. Fuentes familiares
dicen que esta norma rige para la reina emérita pero no para Paloma
Rocasolano, la otra abuela, que está muy presente en la crianza
de sus nietas. Otra cosa
que Letizia no soporta es la insistencia de Sofía en mediar entre el rey Felipe
VI y su hermana, la infanta Cristina de Borbón,
casada con Iñaki Urdangarin. Este último fue declarado culpable
de fraude fiscal, malversación de fondos y blanqueo de capitales y por ende
Letizia no quiere saber nada con ellos. La reina Sofía, en cambio, quiere mantener
unida a la familia pese a todas las adversidades. Al cumplirse el 50° aniversario
de la muerte del rey Pablo de Grecia (padre de Sofía), tomaron una foto grupal
forzada y la pareja real, haciéndoles un enorme desplante, decidió no asistir
al almuerzo familiar. Y por si esto fuera poco, en el año 2013 se publicó una
fuerte discusión entre ambas reinas. En el año 2014, que fue cuando el rey Juan
Carlos renunció al trono en favor de Felipe, Letizia empezó a evitar encuentros
familiares; en el 2016, en la recepción del Palacio de la Almudaina, en
Mallorca, Letizia pasó delante de Sofía sin detenerse a saludarla. La clásica
rivalidad entre suegras y nueras por lo visto afecta a todas las castas,
incluso a las que tienen coronita.
Fuente: "Infobae"
Elsa Inés Bernardi Semino