María Marta García Belsunce tenía 50 años cuando la encontraron muerta en su casa del country, en Pilar, un 27 de octubre del año 2002. La mitad de su cuerpo estaba sumergido en la bañera. Luego de varios días y practicada la autopsia, se pudo determinar que le habían disparado seis veces en la cabeza. Toda su familia y en especial su esposo Carlos Carrascosa, se convirtieron en los principales sospechosos. Carrascosa fue a prisión y lo absolvieron por falta de pruebas en diciembre del año 2016, pero él siguió clamando su inocencia y reclamando la investigación para que se investigue hasta determinar quién mató a su mujer. Toda la familia de María Marta sostuvo desde el comienzo que se trató de un robo y que la mataron porque sorprendió a los ladrones en su vivienda. Como alguno de ellos o todos eran conocidos, se vieron obligados a dispararle para que no los delatara. Podrían estar involucrados los vigiladores, su vecino Nicolás Pachelo y su ex-mujer Inés Dávalos, que fueron llamados a indagatoria. Inés Dávalos será sometida a un cotejo de ADN para comparar su patrón genético con el perfil femenino hallado en la casa de los Carrascosa hace quince años. La prueba de ADN aparentemente fue bien preservada, lo que permitiría una investigación exitosa a pesar del paso del tiempo. El giro inesperado que acaba de dar la causa, permite que ésta continúe abierta, ya que estaba a punto de prescribir, pero cambiaría de carátula, a "robo agravado por el uso de armas y en concurso real con homicidio criminis causae". Este delito prevé la pena de prisión perpetua. Respecto a Pachelo se supone que está en el país porque no hace mucho fue detenido por otra causa y estaría a disposición de la justicia; sin embargo, nada se sabe de su ex-mujer. A Pachelo lo habían detenido en el 2004 para investigarlo por "hurto calificado, robo simple, defraudaciones y estafas". En el 2015 fue procesado por participar de una banda dedicada a la venta de drogas, especialmente en fiestas electrónicas. Esta última causa continúa en curso y Pachelo está camino al juicio oral. La hipótesis que involucra ahora a los Pachelo, es por primera vez la causa principal del asesinato. Hay tres preguntas que todavía no tienen respuesta: ¿quién disparó? ¿por qué motivo? ¿dónde está el arma? Muchos peritos participantes en la causa abordan la teoría de que el crimen fue cometido por una mujer, por el tipo de arma utilizada, la cantidad de disparos, la distancia y la forma de disparar. Como si el crimen tuviese pocas aristas, se sumó una más: la desaparición de un cofre que estaba bajo la custodia de María Marta, que contenía las chequeras y la llave de una caja de seguridad en la que guardaba el dinero la Asociación Amigos del Pilar. María Marta era vocal de dicha Asociación. El cofre nunca pudo ser encontrado. Otro de los misterios no resueltos fue la presencia de dos ADN de hombre y uno de mujer, que no tuvieron coincidencias con los ADN familiares. También fue sometido al cotejo Pachelo y tampoco tuvo coincidencia, pero no se ha cotejado aún con el ADN de la ex-mujer de Pachelo, medida solicitada recientemente a los fiscales intervinientes. Carlos Carrascosa aseguró que lo que está pasando es muy fuerte, lo emociona y no puede hablar.
Fuente: Diario "La Nación"
Elsa Inés Bernardi Semino
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