La EPOC afecta aproximadamente a 210 millones de personas a nivel mundial y se calcula que un 10% de la población que tiene más de 40 años, lo padece. Está asociada al cigarrillo y es la tercera enfermedad causal de muerte global por una enfermedad no transmisible luego de los problemas vasculares cerebrales y cardíacos.
Se caracteriza porque la función respiratoria se va limitando progresivamente y se manifiesta básicamente por tos, silbidos al respirar, opresión en el pecho y sensación de falta de aire.
Puede ser definida como una enfermedad pulmonar, pero se la considera una enfermedad sistémica porque a medida que va progresando puede afectar a otros sistemas u órganos. También puede ocasionar trastornos del ánimo, desnutrición, osteoporosis, problemas cardiovasculares y otros.
Sabemos que el principal responsable de esta enfermedad es el cigarrillo, pero también aspirar el humo de la quema de elementos contaminantes ambientales o ser fumador pasivo aspirando el humo que despiden los demás, puede ser causal de la misma.
Ocho de cada diez personas que la padecen, lo ignoran y por lo tanto no reciben tratamiento.
Se detecta con una espirometría. Se trata de un indoloro y sencillo estudio que, en pocos minutos y con gran exactitud permite conocer el estado del aparato respiratorio. Nos permite diagnosticarlo, evaluar el tratamiento recomendado y controlar su evolución. Durante este exámen el paciente estará sentado y se le colocará un clip sobre las alas de la nariz y deberá respirar por la boca a través de una boquilla adosada a un dispositivo pequeño que mide la velocidad del flujo aéreo. Después se pide al paciente que llene al máximo los pulmones de aire y sople a través del sensor, expulsando la mayor cantidad posible de aire en el menor tiempo posible. Esto suele repetirse unas cuantas veces. La duración total del estudio es de aproximadamente 15 a 30 minutos. Si se trata de un paciente fumador, deberá abstenerse de fumar una hora antes del estudio, siendo también recomendable no ingerir mucha comida ni hacer intenso ejercicio físico por lo menos dos horas antes del test.
En caso de tratarse de un paciente con EPOC, se recomienda: 1) Reducir la inhalación y exposición de sustancias nocivas para las vías respiratorias y fundamentalmente dejar de fumar; 2) Vacunarse todos los años contra la gripe y cada cinco años contra la neumonía neumocócica; 3) Consultar sobre la necesidad de tomar algún medicamento broncodilatador o cualquier otro fármaco según el grado de avance de la EPOC; 4) Rehabilitarse mediante adecuado ejercicio físico de miembros superiores e inferiores, siempre bajo el control de un kinesiólogo especializado; 5) Caminar como mínimo cuatro veces por semana; 6) Tener una saludable alimentación; 7) En caso de sobrepeso, bajar de peso.
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