Vértebras fósiles encontradas en tierras colombianas, demuestran que una serpiente grande como un ómnibus, hace 60 millones de años reptó sobre el planeta.
Un ecosistema con gigantes reptiles podría volver a surgir hacia el fin de este siglo.
En el norte de Colombia, en las profundidades de la mina Cerrejón, apareció evidencia fósil de la serpiente más grande de la que se tenga noticia: se trata de un antepasado de la anaconda moderna, que pesaba 1.135 kg y medía 13 metros de largo y, según los expertos, durante la constricción la presión ejercida para aniquilar a las presas era suficiente para aplastar un auto mediano; era más pesada que un auto y más larga que un ómnibus.
La nueva especie fue llamada Titanoboa cerrejonesis, haciendo honor a la mina de la que fueron extraídos también fósiles de cocodrilos y tortugas gigantes pero en otras oportunidades.
Según especialistas, parecería que el tamaño de los reptiles habla del clima que había en la Tierra hace 60 millones de años.
El análisis realizado reveló que para que esta boa, la Titanoboa, llegara a tener estas proporciones, la temperatura promedio anual en el trópico debió ser de 32°C. Se trata de una temperatura media, superior a la actual.
El estudio nos indica que los reptiles que hoy habitan la Tierra podrían sufrir esta adaptación, si el calentamiento global para fin de siglo sigue aumentando hasta llegar a promedios similares de temperatura.
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