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martes, 15 de julio de 2014

LIU MING, EL MEDICO ORIENTAL DEL PAPA FRANCISCO

PARA QUE SIRVE EL DIAGNOSTICO DE LA MEDICINA TAOISTA 
(Tao es el Dios adorado en la religión china)


Para quienes no lo saben, una de las diferencias entre las medicinas alopática y la taoísta, es que la primera estudia al ser humano en partes y la segunda lo piensa siempre como una unidad (cuerpo y espíritu). En lo personal, cuando voy al médico tengo muchas cosas para contarle que generalmente no puedo hacerlo, relacionadas todas con mi enfermedad pero que no forman parte de ella en lo que a físico se refiere. Ellos toman cualquier síntoma como información para estudiar toda la unidad. Tienen 4 métodos para hacer el diagnóstico: mirar, escuchar y oler, preguntar y tocar. Esta última es básicamente la habilidad de leer el pulso. Según esta jerarquía el nivel más alto que puede aspirar un médico, es poder diagnosticar correctamente a un paciente con solo mirarlo, pero para ello debe primero conocerlo muy bien. Cuando llega mira su forma de caminar, su postura, semblante y color de piel. Según su color puede deducir cuál es el órgano que sufre el desequilibrio. Lo escucha, lo huele y lo más cerca que está de él es cuando le toma el pulso. Es el momento más importante, por la cantidad de información que puede registrar sobre la salud del paciente. A diferencia de la medicina tradicional, la taoísta lee en el pulso el estado de funcionamiento de los cinco órganos (hígado, corazón, bazo, pulmón y riñón); de las 5 vísceras (vesícula, intestino delgado, estómago, intestino grueso y vejiga), la relación entre todo ello, hasta lograr armonizar el desequilibrio que tiene el consultante. Baste con saber que han descubierto que hay 72 tipos de pulsos básicos que expresan todos los problemas que el cuerpo humano puede tener (36 variables Yin en la muñeca derecha y 36 variables Yang en la muñeca izquierda).
Nota: en la próxima parte plantearemos las 4 razones por las que el hombre enferma.

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