Cuando llegamos frente a la puerta del cuarto de juegos, Christian se asegura de que yo quiera entrar en verdad ahí. Insisto en mi propuesta pero le pido que no quiero que tome fotografías, pensando en las fotos que encontré en la caja que estaba en su cuarto. Ingresamos y ambienta el lugar... luz, música... Me pide que me desnude. Lo hago de la manera más sensual que él me enseñó. Él se levanta, va hasta la cómoda y vuelve con su corbata gris, que anuda a mi cuello y él extremo más ancho de la corbata cae hasta abajo tapando mi sexo. Insiste en el hecho de que cuando quiera que se detenga se lo haga saber de inmediato. Me lleva hasta la caja que le acabo de regalar pero me dice que esos objetos no son adecuados. El dilatador es demasiado grande y las pinzas son brutales. Decide reemplazarlos porque es mi primera vez. Me arrodilla sobre una mesa y me pide que ponga los brazos detrás para esposarme, pero las coloca arriba de mis codos, lo que me obliga a arquear mi espalda. Luego saca el antifaz y me lo coloca. No veo nada, pero siento un perfume fuerte y me empieza a acariciar con un aceite aromático. Pienso que esto va a ser demasiado intenso. Mi cuerpo comienza a convulsionar. Me quita las esposas y mis brazos caen para adelante. La sensación es abrumadora. Christian me alza y me acuesta sobre las sábanas de satén rojo que hay en la cama. Quita mi antifaz pero no puedo abrir los ojos. Todo me parece maravilloso. Me abraza y me rindo nuevamente al éxtasis. Me pongo a llorar pensando que el día anterior estuve a punto de perderlo para siempre en ese vuelo. Sentados en la cama miro hacia las palas, los látigos y las correas colgadas en la pared. Christian me pregunta si quiere que me deshaga de todo ello. Le pido que sí, menos de la fusta y del látigo de gamuza.
Hoy es el día del cumpleaños de Christian. Mientras preparo el desayuno, Christian y Taylor están en el escritorio. Cuando lo llamo para desayunar me pasa el teléfono... es mi padre que se ha enterado a través de él que nos vamos a casar. Cuando regreso a la sala estoy enojada con Christian por no haberme avisado. Cuando él se va al escritorio llamo a mi madre para contarle y después salgo para comprar todo lo necesario para hacerle su torta de cumpleaños. Cuando vuelvo, aún está en su escritorio hablando por teléfono. El tema continúa siendo el accidente del helicóptero. Siete y media llegamos a la casa de sus padres donde se ha reunido mucha gente para festejarle el cumpleaños a Christian. Cuando entramos al salón nos reciben con un súbito aplauso. Hay demasiada gente. Doy un vistazo rápido y de pronto se me cae el alma al piso cuando veo a la Sra.Robinson. Christian está junto a mí. Ambos tenemos una copa de champagne para brindar. Elena se acerca y lo besa en ambas mejillas sin saludarme. Lo increpa por no haberla llamado ni respondido a sus llamados. En ese momento Christian pide la palabra y ante el estupor de todos anuncia nuestro casamiento. La reacción es de asombro general. Cuando Mía pide ver el anillo, su hermano le dice que ha olvidado ese detalle, pero que en otro momento irán juntos a elegirlo.
El Dr.Flynn, que ha asistido también con su esposa, está hablando en voz baja con Christian y no puedo evitar escuchar que le dice, ella está bien, responde al tratamiento y en dos semanas será incorporada a un programa para los pacientes externos. Evidentemente están hablando de Leyla. Llega Grace informando que nos traslademos a la parte trasera de la casa donde se servirá la cena.
Bebo un sorbo de Martini y me dispongo a ir hacia allá, pero en ese momento ingresa Elena e increpándome me dice que no puede felicitarme porque no le parece apropiado. Y continúa..¿qué te crees que haces aceptando casarte con Christian? Estás equivocada si crees que lo harás feliz. Tú jamás podrás satisfacer sus necesidades. Estás cometiendo un error gravísimo. Él no será feliz contigo. Ante tal amenaza Ana le tira el Martini en la cara justo cuando aparece Christian y ve la escena que se está desarrollando entre las dos mujeres.
Christian se enfurece con Elena y Elena le replica que ella fue lo mejor que le pasó en su vida. Le advierte que gracias a ella no acabó en la cárcel. Christian está pálido. La mira y le dice que ella lo único que le ha enseñado ha sido a tener relaciones sexuales, pero que eso es algo vacío. Y le echa en cara que jamás lo abrazó y que nunca le dijo que lo quería. La echa de su casa. Ingresa Grace al salón y le da una tremenda bofetada a Elena, al momento que le dice también que quite sus manos de encima de su hijo y que se vaya inmediatamente de allí.
Recién allí me entero que Grace acaba de conocer la historia de la adolescencia de Christian. Me retiro para que hable a solas con su hijo. Me refugio en su dormitorio de niño. Al cabo de un rato salgo de allí. Christian me está buscando. Cuando me encuentra me da las gracias y me dice que se siente liberado y que su relación de negocios ha terminado. Está feliz. Estamos felices! Cuando le pregunto dónde pondrá las fotos que me tomó José, me dice que las colgará todas en la casa nueva que ya ha comprado. Le pido que no la tire abajo y que la arreglemos juntos cuando vivamos en ella. Vamos a la casita del embarcadero que Christian la ha llenado de flores, como yo le había pedido la primera vez que habíamos estado allí. Hincado con una rodilla en el suelo, me dice: aquí tienes las flores, mi corazón ya lo tienes y aquí está tu anillo. Anastasia... quieres casarte conmigo????? y lo único que soy capaz de decir es síiiiiii.........
Mintras tanto, alguien está fumando en un auto y toma un pequeño sorbo de whisky de una botella que guarda entre sus piernas. Y piensa... lo del helicóptero no ha funcionado porque nunca hubiera imaginado que ese hijo de puta piloteara tan bien. Grey pensó que yo me iría sin decir ni hacer nada, pero se ha equivocado. La gente piensa que soy sólo un editor, pero nadie sabe de lo que estoy enterado. Si supieras Christian Grey todo lo que sé sobre ti. Crecí en los bajos fondos de Detroit. Obtuve una beca para Princeton. Me deslomé trabajando mientras cursaba en la universidad y finalmente logré entrar al mundo editorial. Y ahora todo eso se ha ido al diablo por culpa tuya, Christian Grey, que me has despedido y por culpa de tu puta novia. Desde la puerta observa la casa. Todavía le duelen las costillas de todas las patadas que le dio Grey, amenazándolo con matarlo si volvía a tocar a Ana. Pero ese hijo de perra no sabe de lo que soy capaz. Continuará esperando y vigilando. La oportunidad ya llegará... muy pronto llegará.
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