Cuando Christian y Taylor me ven tirada en el suelo van corriendo para levantarme y me llevan al auto. De pronto me recupero y me pongo a reir y le cuento a Christian lo que ha pasado. Se pone furioso e inmediatamente llama por teléfono a alguien de la empresa para que en ese mismo instante lo dejen fuera de la empresa. Ese hombre no tiene la menor idea de con quién se ha metido.
Cuando ve que ingreso al Audi, Christian se da vuelta y se mete en el edificio. Al cabo de un rato sale con todo el odio reflejado en su cara, jurando que además de echarlo promete arruinarle su carrera profesional, para que nunca más pueda aprovecharse de una jovencita.
Durante la cena le comento que me ha llamado José, mi amigo, y que hemos decidido reunirnos el próximo viernes para entregarme las fotos que él le ha comprado. A Christian le molesta la propuesta. Finalmente acepta diciendo que le ofrecerá quedarse a dormir allí en el departamento.
Estoy aburrida... empiezo a caminar por el departamento. En un momento paso por el cuarto de juguetes... hace mucho que no entramos ahí. Abro la puerta que suele estar siempre cerrada con llave, pero para mi sorpresa está abierta así que ingreso. Empiezo a abrir todos los cajones y a revisar todo lo que tiene. La mayoría no tengo la menor idea de para qué sirven. Cuando me doy vuelto veo que está parado en la puerta mirándome. Me siento como un niño a quien atrapado haciendo una travesura. Le digo que estoy sólo mirando y le empiezao a preguntar para qué sirve cada cosa. Le pido que me vuelva a hacer el amor en ese lugar, pero Christian se rehusa abiertamente... quiere que lo hagamos en su dormitorio. No puede olvidar que la última vez que usamos ese cuarto ella se fue de la casa y lo abandonó, de modo que él ahora se siente como un alcohólico rehabilitado. No desea usar más ese cuarto ni tampoco los elementos que hay allí.
Cuando desprendo los botones de su camisa comienzo a besarlo en el pecho. Respira con dificultad porque todavía le cuesta sentir mis manos sobre su piel, pero asiente diciendo que cada vez le resulta más fácil soportar eso. Vamos juntos a esos oscuros lugares que yo no ni siquiera sabía que existían. Juntos los iluminamos con una luz que nos ciega. Me dejo ir gritando muy fuerte su nombre. Él se derrumba a mi lado. Me ha puesto una barra en los tobillos para mantener mis piernas separadas. Ahora los libera y me los masajea y hace lo mismo con las muñecas. Cuando quedo libre de todas esas ataduras, me abraza muy fuerte y exhaustos quedamos dormidos acurrucados uno en brazos del otro.
Por la mañana bajamos a desayunar. Cuando salimos por fin me dejará manejar mi auto. Él se sienta a mi lado. Estoy muy distraída pensando en lo que pasará cuando llegue al trabajo. Jack no estará más y tal vez mis compañeros me miren con malicia por lo que pasó.
Cuando bajo del auto me recuerda que a las siete tendremos la reunión que le he pedido con el Dr.Flynn.
En mi despacho hay una nota de Elizabeth, en la que me pide que cuando llegue vaya a su despacho. Pienso que me van a despedir.
Cuando ingreso me dice que la triste noticia que tiene para darme es que Jack ha dejado sorpresivamente la empresa y que han pensado en mí para ocupar su puesto, por lo menos hasta el momento que encuentren a quien lo sustituya. Jack nos habló siempre de tu talento y creemos que eres la persona indicada para estar sentada en ese sillón.
Lo primero que hago cuando llego a la oficina es llamar a Christian para contarle. Se pone muy contengo por mi éxito y me jura mil veces que él no ha tenido nada que ver en esa elección.
Doce y media Elizabeth me llama para decirme que a la una tendremos una reunión con el presidente, vice-presidente y todos los editores de la empresa que incluirá el almuerzo. La reunión será meramente informal. Cancelo el almuerzo que tenía con Mía y un rato después llega Ethan a saludarme. Como no lo puedo atender, le pido que lleve a almorzar a Mía, justo cuando ella se hace presente en la puerta de la compañía. Él se queda boquiabierto con la esbelta figura de la que suponía era una niña.
Cuando salgo compro en el negocio de al lado el regalo de cumpleaños de Christian. Al ratito llega y nos encontramos para ir a la consulta con el Dr.Flynn. Christian pretende estar presente en la reunión pero el Dr.Flynn nota mi turbación y le pide que nos espere en la sala de afuera.
Cuando se retira yo no sé cómo abordar la conversación. El Dr.Flynn me ayuda diciéndome que él ha decidido, por el bien de Christian y porque ya no tiene solución, dejar el pasado atrás y dedicarse a realizar una terapia breve centrada en soluciones.
Sabemos que Christian tiene miedo a que lo toquen y tiene también terrores nocturnos, debidos a sus sueños. Lo que no me dice el médico es que Christian es un sádico... en cambio agrega que por estar conmigo está dispuesto a renunciar a todas las prácticas realizadas con el resto de las mujeres.
Salimos del consultorio y abordamos mi auto. Yo estoy al volante. Me empieza a dar indicaciones que me ponen tan fuera de control, que paro de golpe el auto y me bajo para pasarle el volante a él. Le pregunto dónde me lleva y me dice: Sorpresa! y misteriosamente se sonríe.
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