Hoy les narraré las tres últimas Disciplinas Japonesas de la Salud. Ellas son: La ceremonia del té o meditación antioxidante, la Nutrición o dieta de la longevidad y la Práctica Zen o pausas que limpian.
La Ceremonia del Té o chanoyu en japonés, se la conoce también como el camino del té o meditación antioxidante.
Se refiere concretamente a la preparación del té y su ofrecimiento ritualizado del té verde en polvo, a los invitados. La ceremonia completa y formal incluye también una comida y dos clases de té. Dura alrededor de cuatro horas, a lo largo de las cuales los anfitriones y los huéspedes realizan una purificación espiritual y armonización con la naturaleza. Se practica en cualquier lugar; puede ser en el hogar de alguien o en una casa de té.
La esencia de la ceremonia se basa en cuatro principios: Armonía con la naturaleza y con el resto de la gente; Pureza de los sentidos y de la mente; Respeto hacia los demás y Tranquilidad, es decir apreciar la abundancia de la naturaleza y tener paz mental.
El té tiene propiedades depurativas y antioxidantes comprobadas, pero además de eso, la ceremonia del té es una lección de humildad y de vida a los participantes, que centran su atención en la belleza profunda de los más sencillos aspectos de la naturaleza -como ser el sonido del agua, la luz y el brillo del carbón vegetal ardiendo- y en la creadora fuerza del universo, manifestada a través del esfuerzo humano -tal la creación de objetos hermosos-.
Es un claro sendero de elevación espiritual y de meditación.
La Nutrición o dieta de la longevidad.
La tradicional dieta japonesa fue sostenida por siglos y es uno de los fundamentales factores para que los nipones conformen la sociedad más saludable y longeva del universo.
Entre la alimentación occidental y la japonesa, hay una diferencia sumamente notoria. La base de la dieta japonesa es el pescado, los vegetales, el arroz, las algas, las frutas, la soja y el té.
Ellos comen pequeñas cantidades de alimentos variados en la misma comida, en lugar de comer un solo plato grande de arroz con pollo o pasta. Preferentemente se inclinan por no comer productos industriales y sí comida de estación y fresca. Los postres los comen esporádicamente y en cantidades pequeñas. Su dieta incluye poca carne roja, de pollo y poca azúcar. Los caldos que prefieren para saborizar, son los de vegetales o de pescado y estos reemplazan a la manteca, el aceite o a cualquier otra salsa. Andan mucho en bicicleta y caminan mucho y siempre hacen algún deporte. En su comida están incluídas las frituras, pero bajas en grasas y consumen además grasas buenas cuando ingieren pescado.
Tienen una dieta rica en minerales, antioxidantes, vitaminas, grasas insaturadas y fitoesteroles, con un aporte de 2300 calorías diarias a los hombres y 1950 a las mujeres. Esto redunda en una bajísima tasa de obesidad (sólo el 3% de la población) y evita la aparición de enfermedades con riesgo cardiovascular.
Práctica Zen o pausas que limpian.
El Zen es un método budista que persigue la directa comprensión de la realidad de la vida. En castellano podría traducirse como meditación, contemplación, aquietamiento y concentración mental.
Tuvo una influencia profunda en la sociedad del Japón y abarca todos los aspectos de la vida popular, tales como arquitectura, jardinería, artes, comercio, ejercicios físicos, manualidades, decoración, etc.
Zazen quiere decir meditación Zen. Se trata de la tradicional técnica de meditar sentado, con las piernas cruzadas encima de un almohadón redondo mirando la pared, con la espalda bien derecha, los ojos semicerrados, el cuerpo relajado, la respiración profunda. Se debe prestar la atención máxima a la postura, a la respiración y a la actitud de espíritu.
También se puede practicar meditación caminando (kinhin) o haciendo algún trabajo manual, tales como ikebana, caligrafía, origami, etc. Esta última técnica se llama samu. En estos casos es zazen en movimiento y el alma trasciende el ego, porque se realiza en plena conciencia y atención.
La asidua práctica de la meditación beneficia el organismo y el sistema emocional. Refuerza el sistema inmunológico, combate la depresión y calma la ansiedad. Ayuda a encontrar la calma, la lucidez y las necesarias energías para resolver eficazmente las cotidianas situaciones.
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