CREENCIAS IRRACIONALES

La terapia nacional insiste en que la raíz de la mayoría de las perturbaciones emocionales pueden ser ciertas ideas irracionales.

Les diré a modo de ejemplo, una idea irracional y su contrapartida, el pensamiento racional, para que hagan su propia comparación.

La idea irracional sería: Es mucho más fácil evitar las responsabilidades propias y las dificultades de la vida. 

El pensamiento racional podría ser: Es preferible hacerle frente a esas situaciones. Evitarlas solamente pospondrá las decisiones que debo tomar a fin de resolverlas.

Otra idea irracional: Estoy precisando algo completamente distinto, más grande o más fuerte que yo para poder apoyarme en él.

Cuál sería el pensamiento racional: Si acepto los riesgos que conlleva pensar y actuar en consecuencia, de manera independiente, me fortalecerá y hará que me relacione mejor.

Idea irracional: Tendría que ser exitoso e inteligente en todos los aspectos.

Contrapartida del pensamiento racional: Es preferible HACER que necesitar siempre hacer todo bien. Para lograr esto, indispensablemente debemos aceptarnos tal como somos, con limitaciones humanas, imperfectos, específicas fallas, pero también con capacidades personales y con virtudes.

Una idea irracional: Hubo algo que afectó mucho mi vida, por lo tanto debería afectarla de manera indefinida.

Cómo sería el pensamiento racional: Debemos aprender de esas experiencias pasadas, pero no permanecer atados o llenos de prejuicios, en la creencia de que lo que nos ocurrió continuará pasando el resto de nuestra vida.

Ultimo ejemplo de idea irracional: Debo mantener el control absoluto sobre todas las cosas.

El pensamiento racional en este caso sería: Este mundo está lleno de posibilidades y probabilidades. Puedo disfrutar mi vida todo el tiempo sin necesidad de controlar todo lo que me rodea.

Muchas personas suelen pensar que todo lo que nos pasa se debe a que ya está escrito o porque el destino así lo quiso.

Creer esto, es otra idea irracional que puede entorpecer la búsqueda de soluciones y a su vez disminuyen nuestra calidad de vida.

Su fortaleza se basa en que la repetimos permanentemente como si se tratara de una absoluta verdad, cuando la realidad es que cada uno de nosotros podemos tener el real control de nuestras emociones destructivas. Tenemos que trabajar para modificar estas creencias irracionales recurrentes, que lo único que hacen es perpetuar los errores y llevarnos a un callejón sin salida.

Fuente: Dra.Edith Barinaga-Revista "Vivir mejor con el Dr.Cormillot"

                                                                                                               Elsa Inés Bernardi Semino