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martes, 8 de octubre de 2013

DIENTES BLANCOS - EFECTOS IRREVERSIBLES

 
 
 
 
 
 
 
Los dos tratamientos que le prometen unos dientes perfectos, son el blanqueamiento y las carillas dentales, pero como tienen efectos irreversibles, uno debe conocerlos antes de tomar la decisión de optar por alguno de ellos.
El café, el tabaco y el vino dejan marcas en la dentadura. Con el blanqueamiento, los dientes recuperan su tonalidad blanca. El tratamiento para blanquearlos dura dos semanas y se puede bajar hasta tres tonos el matiz de la dentadura.
El trabajo lo debe realizar un odontólogo estético por dos razones: primero porque hay blanqueadores que no cumplen con las normas y segundo porque las lámparas láser que aceleran este proceso, pueden ser perjudiciales para los dientes y afectar su sensibilidad.
Previo al tratamiento se arreglan las caries, se realiza una limpieza, se tratan las encías y los cuellos dentarios. En caso de ser necesario reposicionar las piezas dentales, también se la llevará a cabo previamente.
El trabajo se mantiene aproximadamente tres años, de acuerdo a los cuidados que mantenga el paciente al higienizarse. Se puede repetir el tratamiento pero existen algunos riesgos, porque el abuso del blanqueamiento puede causar daños imposibles de revertir, como por ejemplo la reabsorción de las raíces de los dientes. Además el desmedido uso de los peróxidos, daña el esmalte y los dientes quedan amarillos.
La otra alternativa para conseguir una sonrisa blanquecina, son las carillas. Son delgadas láminas que quedan adheridas a los dientes y permite cambiar aspecto y estructura de las piezas dentales que se encuentren en malas condiciones; por ejemplo, en el caso de dientes separados o en alguna malformación causada por algún traumatismo. Permite darle más volumen a la pieza, alargarla o reemplazarle el esmalte perdido.
Las carillas pueden ser de porcelana o de resina. Obviamente las primeras son de mayor valor; las últimas son más económicas pero menos seguras, porque el producto usado para su adherencia tiene un ácido que daña el esmalte dental y el diente queda definitivamente manchado. Además las carillas de resina pierden el brillo, puede haber filtraciones, generar caries y perjudicar la mordida.
Las carillas de porcelana, en cambio, son de gran resistencia y se pueden adherir al diente sin necesidad de tallarlo -como si fueran lentes de contacto-
Llegado el momento de tomar la decisión, consulte cuánto va a durar el resultado de la intervención, qué ocurre ante un eventual fracaso y fundamentalmente si el profesional va a respetar la forma de la cara y los rasgos de expresión, porque un trabajo bien hecho debe dejar el rostro armónico y equilibrado.
 

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