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lunes, 1 de octubre de 2012

HISTORIA DE MI VIDA - PARTE 15


 

A los diez meses de nuestro “casamiento” (el casamiento tenía valor solamente para nosotros), nació Christian. Como todos los otros embarazos, fue muy bueno. Nació también con parto normal en el Sanatorio Anchorena con 3,750kg.  Recuerdo que el día que me descompuse (en realidad se rajó un poco la bolsa y tenía pérdida de líquido amniótico) estaba sola en casa, cocinando. Era pasado el mediodía. Marcelo y Gustavo estaban en el colegio y Enrique había ido a Aeroparque. Nosotros no teníamos teléfono. No tenía contracciones… siempre me pasaba lo mismo, la dilatación se me producía sin dolores. Me senté en la cocina, apoyé los brazos y mi cabeza sobre la mesa y me quedé dormida. Después de un rato, habrá sido como una hora, me desperté y bajé a llamar por teléfono a Enrique. Como no estaba en el despacho de tráfico, les pedí a mis compañeros que le avisaran que me iba al sanatorio. Mamá en aquél entonces tenía una inmobiliaria junto con Malena. La llamé a mamá para que me acompañara ella, pero me dijo que no podía porque estaba esperando un cliente para mostrarle un departamento. Malena había salido. Así que me tenía que ir sola. Sentí una tristeza tan enorme, que saben qué hice? Me preparé el bolso sólo para mí y me fui sola. Para el bebé no llevé nada. Me sentía una “paria” recién llegada del campo. En el sanatorio fui a la administración a registrarme y llamaron al médico y a la partera para que vinieran. En ese entonces yo me atendía por Amsa y los médicos eran externos, por eso había que avisarles que fueran. Me revisaron y me instalaron en la habitación. Después me enteré que en todo ese trámite nos cruzamos sin vernos con Enrique, que ya enterado salió volando para el sanatorio y como no me encontró (me estaban revisando) se fue corriendo a mi casa. Como tampoco me encontró volvió como un loco al sanatorio y recién entonces nos juntamos. Le pedí que volviera a casa a buscar la ropa del bebé. En el parto me durmieron, así que cuando Christian nació yo estaba dormida. Cuando me llevaban a la habitación y Enrique vio que yo estaba dormida, se asustó y preguntó qué me pasaba. Allí le dijeron que había salido todo muy bien, pero que lo único extraño era que dormida había llorado durante todo el parto, a lo que Enrique contestó que debía ser porque esperábamos una nena. Yo, que ya me estaba despertando, lo escuché y así me enteré que había nacido otro varón. Supongo que mi llanto se debió a la angustia que viví.
Tres años y 3 meses habían pasado del nacimiento de Christian cuando quedé embarazada de Sebastián. Era agosto de 1975. Lo habíamos estado buscando mucho, pero tardó todo ese tiempo en concretarse. Estábamos todos felices por su llegada, pero necesitábamos encontrar una empleada nueva para el cuidado de nuestros hijos porque nos habíamos quedado sin nadie (no me acuerdo si se había ido la que los descuidó en la ventana o la que le arrancó el mechón de pelos a Christian). Buscamos una por el diario y  “ahí sí que tuvimos suerte”… dimos con la mejor persona que podríamos haber encontrado para ayudarnos en la crianza de todos ellos: Flora, nuestra mano derecha (e izquierda) durante 16 años. A Flora la contratamos con cama adentro. Era el ser más adorable y limpito que pudimos haber hallado, pero ocurrió que a poquito de entrar nos enteramos que venía “con premio”. Uyyyyyyyy… mi Dios….. qué mala suerte tenemos”  pensamos nosotros. Las dos estábamos de 3 meses, así que yo le dije que no se iba a poder quedar, pero me explicó que ya había decidido suspender su embarazo. Ella había llegado recientemente del Chaco, donde había dejado 2 hijas; venía embarazada de allá y no quería tenerlo... (la fotito del artículo es lo más parecido a Flora que pude encontrar; quienes la conocieron no me dejan mentir)
Bueno.... a esta altura ya se habrán dado cuenta que nuestra felicidad siempre se empañaba por algo y por lo general no eran pavadas. Al poquitísimo tiempo algo más ocurrió que nos movió toda la estantería y nos llevó bastante al límite…qué digo bastante… nos llevó al límite porque fue realmente groso… pero esto se los contaré mañana.
..//continuará

                                                                                  El rincón de neche (Elsa)

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