NOTA

TEN EN CUENTA QUE SI HACES CLICK EN ALGUNO DE LOS TITULOS DE NARRACIONES EN CURSO O NARRACIONES COMPLETAS, PODRAS VER TODOS LOS CAPITULOS JUNTOS DEL MISMO LIBRO, UNO A CONTINUACION DEL OTRO.

martes, 2 de octubre de 2012

HISTORIA DE MI VIDA - PARTE 16



 

El departamento que nosotros alquilábamos era del dueño del edificio, que al construirlo se había reservado algunas unidades para rentarlas. Estando ya embarazada de Sebastián, un día nos llamó para avisarnos que no nos iba a poder renovar el contrato de alquiler, porque tenía la necesidad de poner en venta todos los departamentos de su propiedad… o sea que al vencimiento del contrato nos teníamos que ir. Nos hizo firmar un convenio de desocupación que vencía a mediados de 1976, coincidiendo con el nacimiento de nuestro cuarto hijo.
Esto se convirtió en un drama, porque a pesar de nuestros cuatro empleos no teníamos capacidad de ahorro. Irnos de ahí nos significaba un paquete enorme de plata que no teníamos. Estábamos verdaderamente en una encrucijada y sin poder recurrir a nadie, como siempre. La última carta que nos jugamos fue presentar una nota en el Banco Hipotecario exponiendo nuestra situación, para ver la factibilidad de que nos otorgaran una vivienda. El banco nos contestó que nuestra situación no era límite y desatendió nuestro pedido. Hicimos un segundo intento con idéntico resultado. Situación límite, para el banco, era estar con los muebles en la calle… ésa fue la respuesta que nos dieron. Nuestra desesperanza era cada vez mayor y ya no sabíamos qué íbamos a hacer.
Pero si de algo estoy segura, es de que “Dios aprieta pero no ahorca” (pero la lengua nos llegó casi al suelo). Miren lo que nos pasó.
Una noche salimos con Enrique a caminar por Av.Rivadavia. En la esquina de casa nos encontramos con una pareja, que ella era bastante amiga mía pero hacía muchísimo que no veía. Me presentó a su esposo, con quien se había casado hacía unos pocos años y tenían dos hijos. Como vivían a dos cuadras de nuestra casa, nos invitaron a tomar un café a su departamento. Ya allí, charla va, charla viene, nos enteramos que el marido de mi amiga era funcionario del Banco Hipotecario (no tengo ninguna duda que Dios lo puso en nuestro camino), así que le contamos nuestro problema. Nuestro amigo nos pidió los datos y nos dijo que iba a ver si él nos podía ayudar. Nos empezamos a visitar con frecuencia, porque además nos llevábamos muy bien. Llegaron las fiestas de fin de año.
El 17 de febrero de 1976, faltando 4 meses para el nacimiento de Sebastián, nos llamaron para ir a la noche a tomar un café a su casa. Después del café vimos que trajeron a la mesa una botella de champagne. Con Enrique nos miramos pensando que tal vez era el cumple de alguno de ellos y nosotros no sabíamos nada. Cuando sirvieron las copas y en el momento del brindis, él le entregó un sobre a Enrique y le dijo que lo abriera. Dentro del sobre estaba la adjudicación de la vivienda que nos había otorgado el Banco Hipotecario.
Bueno, no se imaginan la emoción de todos en ese momento. Enrique y yo nos abrazamos y nos pusimos a llorar como dos chicos… de repente nuestro problema se había solucionado como por arte de magia. Esa noche iba a ser inolvidable y la fecha nos quedó grabada por siempre. Es difícil explicar lo que sentimos cuando leimos el contenido de ese sobre… era como un milagro que fortalecía nuestra creencia de que sin dudas Dios nos había tocado con la mano.    
Esa misma noche nuestros amigos nos llevaron en su auto al lugar donde muy pronto íbamos a vivir. Era un complejo habitacional en Villa Devoto, con 10 torres, de 20 departamentos cada una, que se había adjudicado casi en su totalidad a empleados gubernamentales del Ministerio de Bienestar Social y otros. El departamento que nos adjudicaron tenía 4 ambientes, en concordancia con la cantidad de integrantes del grupo familiar que habíamos declarado oportunamente: matrimonio con 4 hijos. El día 24 de marzo de 1976 (día del derrocamiento del gobierno de Isabel Perón), nos llamaron a la mañana para que fuéramos urgente al complejo a tomar posesión del departamento. Así lo hicimos y ese día al mediodía nos dieron las llaves de nuestra nueva casa. Al día siguiente el gobierno del país había cambiado. Nosotros pudimos cumplir con los términos del convenio de desocupación que habíamos firmado y el 1º de mayo de 1976 nos mudamos. Aquí comienza otra etapa de mi vida.  
..//continuará

                                                                                              El rincón de neche (Elsa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario