ANOMIA

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La Anomia es una anemia normativa. Es la falta de normas o la incapacidad de la sociedad, para brindar a algunos individuos los valores necesarios para alcanzar sus metas en la vida.

Los elementos centrales que dan origen a los hechos violentos y delictivos que escuchamos o vemos en los noticiosos a diario, son el alcohol y el consumo de sustancias prohibidas.

Pero estas drogas son apenas el primer síntoma de un mal mayor. Tienen mucho que ver con el incremento de suicidios, violaciones y trastornos psiquiátricos. 

Las drogas alteran la estructura psicológica del individuo, pudiéndolo llevar en su estado de ánimo, desde la omnipotencia eufórica hasta la caída melancólica-depresiva y en la faz cognitiva y perceptiva, pueden sufrir leves estados de confusión de la conciencia y alcanzar el coma o tener alucinaciones o percepciones distorsionadas por el delirio.

El consumo abusivo de estimulantes como la cocaína, alteran los controles morales, generando además daños cerebrales que no les permiten controlar los impulsos.

La anomia produce una cantidad increíble de discapacitados sociales e incrementa el presupuesto público, al generar criminales, enfermos crónicos y relaciones sociales que atemorizan y obsesionan en algunos barrios que funcionan como marginales, a quienes quieren vivir dentro del sistema,

Como dijimos, la anomia es un sistema normativo rebalsado y cuando esto pasa se desatan sin control los impulsos más primitivos.

Cuando no se puede lograr la autoestima, la supervivencia, los proyectos, es decir, cuando no se pueden realizar las necesidades esenciales de la persona, las instituciones pierden eficacia. Las familias tienen hijos pero no los pueden proteger, las escuelas no forman a los niños para la vida, la espiritualidad popular está en déficit o directamente ausente, las instituciones judiciales y de seguridad están en crisis y muchas veces infiltradas por el delito. En muchos otros denostadas para lograr un rédito político. La cultura del trabajo se ha perdido, el trabajo escasea y triunfa la coima, el arreglo y el apriete, como lo peor de la cultura marginal.

                                                                                                  Elsa Inés Bernardi Semino