Cada año muchas personas pierden la vida por envenenamiento con monóxido de carbono (CO). Sepamos cómo evitarlo y qué debemos hacer ante los síntomas.
El CO es un gas invisible e inodoro, pero si se lo respira en niveles elevados puede causar la muerte.
Se produce al quemarse materiales combustibles, tal como gasolina, gas, kerosene, petróleo, carbón o madera.
Las calderas, chimeneas, calefones o calentadores de agua y los aparatos domésticos en general que queman combustible, como hornallas de la cocina, estufas o calentadores a kerosene, también lo pueden producir si no funcionan bien. Es más, los autos detenidos pero con el motor en marcha despiden esta sustancia peligrosa.
Los grupos de mayor riesgo y que pueden ser mucho más sensibles al CO, son: los bebés y niños pequeños, las embarazadas, las personas mayores y las personas que sufren de anemia o tienen problemas cardíacos o respiratorios.
Los síntomas del envenenamiento con CO son parecidos a los de la gripe y a los de una intoxicación alimentaria, por lo que es importante reconocerlos para actuar rápidamente.
A nivel moderado produce : dolor de cabeza, confusión mental, náuseas o desmayo.
A nivel bajo: náuseas y ligeros mareos y falta de aliento y puede afectar la salud después de un tiempo.
El CO se combina con la sangre a través de los pulmones con mucha más facilidad que el oxígeno.
Exponerse a él aún por un breve período, produce irreparables daños; unas escasas partículas alteran el funcionamiento del sistema nervioso y provocan desde cefaleas permanentes y cambios de humor hasta lesiones neurológicas.
Una persona en un ambiente contaminado con sólo 600 partes por millón de CO, puede morir en tres horas.
Para evitar accidentes, haga inspeccionar todos los aparatos domésticos a gas por un gasista matriculado, pero también las estufas a leña y chimeneas. Examinar que no haya bloqueos en las salidas de aire. Elija aparatos que despidan la combustión de los gases al exterior de la casa. Mantenga siempre algo abierto para que entre aire cuando use alguno de estos artefactos. Verifique que la llama sea siempre azul; si tiene tonalidad amarilla, anaranjada o roja, el artefacto está funcionando defectuosamente y necesita una urgente revisión. Por último, no instale calefones en baños ni estufas en dormitorios si no son de tiro balanceado. Las estadísticas dicen que más del 70% de los accidentes fatales son debidos a calefones que funcionan incorrectamente.-
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