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martes, 4 de octubre de 2016

PLAN Y EJECUCION DEL ASESINATO DEL FISCAL NISMAN


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Un sitio de inteligencia militar con base en Jerusalén –Debka file- descubrió que a Nisman lo asesinó un agente iraní que se ganó su confianza haciéndose pasar por un desertor. El nombre que usaba el falso agente era Abbas Haqiqat-Ju. Cristina ya había sido denunciada por encubrir a los iraníes sospechosos. Según Debka, la preparación del asesinato les llevó a los iraníes una inteligencia de nueve años para terminar con el fiscal judío y trabajaron siempre conjuntamente con agencias de inteligencia del gobierno argentino. En el año 2006 los iraníes habían penetrado con agentes libaneses de Hezbollah, en los gobiernos de unos cuantos países latinoamericanos. En Argentina, cuando recibieron el archivo de inteligencia que estaba dando vueltas por Latinoamérica, lo escondieron para evitar su publicación. Nisman viajó por ese entonces a Nueva York para aportar datos a la ONU y a Naciones Unidas sobre agentes y diplomáticos iraníes que estaban operando en EE.UU., ocultos en la embajada pakistaní en Washington. Al principio los organismos políticos iraníes intentaron mediante el soborno lograr su objetivo de callar al fiscal, pero Nisman era insobornable. Pocos años antes, Carlos Menem accedió a cerrar la investigación de los ataques terroristas a la Embajada de Israel y a la AMIA, por diez millones. A Cristina en cambio le prometieron acuerdos para Argentina, beneficios económicos y ventajas financieras para el gobierno. Ante el temor de Cristina de que una muerte abrupta de Nisman la pondría a ella bajo sospecha, le aseguraron que lo harían de tal manera que no dejarían ninguna huella. Todo comenzó en 2010. Un iraní se puso en contacto con el fiscal Nisman pidiéndole que quería encontrarse secretamente con él. Cuando se reunieron se presentó como un ex alto oficial de la inteligencia de Irán que había desertado y que traía consigo documentos muy valiosos sobre el ataque a la mutual judía. Los documentos probaban la complicidad de Mohsen Rabbani como cabeza del atentado a la AMIA. Se encontraron en Buenos Aires y le entregó a Nisman los documentos que evidenciaban la participación de Irán. Necesitaba demostrarle para que le creyera, la mala relación que tenía con el régimen y la intención de revelar todos los secretos. Así continuaron durante cuatro años. Como Nisman chequeaba los datos que le daba con distintas fuentes de inteligencia, al cabo de todo ese tiempo ya se había convencido de la buena fe del agente. En el mes de diciembre de 2014 ya tenía listo el informe de 300 páginas que presentaría, detallando el rol de Kirchner en el encubrimiento de los atentados. En ese momento Teherán decidió que era el momento de cometer el asesinato. El agente y hasta ese entonces amigo de Nisman, le pidió que le indicara un lugar seguro, porque se tenía que encontrar con otro desertor que también había escapado de Teherán y traía consigo documentación probatoria muy importante, recomendándole obviamente la mayor discresión. Para poder llevar adelante el plan tenía que deshacerse de los 10 agentes de seguridad que protegían al fiscal en el piso 13 de Le Parc, ya que ése iba a ser el lugar del encuentro que había concertado. La contraseña eran tres golpes en la puerta y Nisman tenía que abrir de inmediato y no dejarlo esperando afuera. Previo a la preparación de la escena del crimen, el agente iraní alquiló el departamento vecino. Cuando el 18 de enero Nisman oyó los tres golpes en la puerta, la fue a abrir de inmediato. Como ya había confianza entre ellos dos, el iraní sabía con exactitud dónde había guardado el arma que le había pedido prestada a Lagomarsino y la usó para matarlo. Para Debka file el asesino escapó por el sistema de calefacción que había entre los dos departamentos, el que había alquilado y el del propio Nisman y, disfrazado, se fue del lugar. Los argentinos que le hacían de soporte, previamente habían sacado de servicio las cámaras de seguridad del edificio, por lo que su salida no quedó registrada. Fue directamente al aeropuerto y con un pasaporte falso voló a Montevideo, de allí a Dubai y de Dubai finalmente a Teherán. Cuando encontraron a Nisman, el asesino ya estaba llegando a destino.


Fuente: “Rionegro.com.ar”
                                                                      Elsa Inés Bernardi Semino















 

 




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