Los niños no se hacen pis a propósito en la cama; al revés, les da verguenza e inseguridad. Lo esperable es que controlen esfínteres entre los dos y los cuatro años. Obviamente esto no es una regla y algunos lo hacen antes y otros después. Cuando el niño es más grande y continúa haciéndose pis por la noche, eso los especialistas lo llaman enuresis. Hay dos tipos de enuresis nocturna: primaria y secundaria. La primaria es cuando el niño moja la cama todas las noches y la secundaria es cuando el niño se mantuvo seco por lo menos seis meses y luego comenzó a mojar la cama. La enuresis primaria es muy común en los niños de 4 años. Afecta aproximadamente a un 25% de los niños. La mayoría de ellos la supera. Debe ser considerada naturalmente, como una parte más del desarrollo. Hacerse pis en la cama no es ni una enfermedad ni un síntoma de un problema psicológico o médico serio. Sin ningún tratamiento, el 15% de ellos se cura. A los 13 años todos aquellos que mojaban la cama dejarán de hacerlo y en la adolescencia el 100% de estos niños ya no serán enuréticos. Es más común en los varones. Hay una predisposición familiar al respecto. Es bastante probable que un niño que moja la cama tenga un familiar cercano que sufrió el mismo problema. Por lo general la correlación más frecuente se da entre el padre y el hijo varón. Muchos niños no se mojan si duermen fuera de su casa. Tal vez sea porque duermen más superficialmente por temor a orinarse y cuando están por hacerlo se despiertan y van al baño. Los pediatras dicen que la mayoría de los niños enuréticos no tienen problemas anormales en la vía urinaria ni problemas psicológicos. Por lo general es porque aprenden más lentamente a controlar la vejiga, pero aunque así sea, siempre llegan a un desarrollo completo. La enuresis puede comenzar por emociones y tensiones que requieren atención. Esto no quiere decir que tengan un problema psicológico. Todo niño que tiene algún tipo de estrés, como puede ser la llegada de un hermanito, viajes, mudanzas, muertes, separaciones, cambios de escuela, puede tener algún síntoma psicosomático. Estos pueden ser: tos, alergia, dolor abdominal o enuresis. Se trata de mecanismos de defensa del niño ante situaciones que le generan angustia. Hay que tener presente que no deben ser ni castigados ni ridiculizados, porque eso aumenta la inseguridad y afecta la autoestima y eso empeora el problema. Por el contrario, los padres deben transmitirle confianza, contención y apoyo. Si se hace pis sólo por la noche hay que hacer sólo tratamientos que tiendan a mejorar la confianza y autoestima del niño. Si también se le escapa el pis y moja la ropa durante el día se podrá hacer una consulta con un urólogo infantil. Los niños viven esto con mucha verguenza y culpa, pero además también los padres sienten que se los juzga y se notan frustrados y preocupados por lo que le pasa a su hijo y por cómo los puede afectar socialmente.
A continuación, claves de la técnica conductista que tiene éxito en el 75% de los casos: 1) limitarle el líquido que toma el niño después de cenar, porque este líquido se convierte en orina a la mitad de la noche y no la podrá retener. 2) Cenar más temprano o acostarlos más tarde y que haga pis dos veces antes de irse a dormir. Es común que los chicos antes de terminar corten el chorro de la orina, entonces se quedan con orina en la vejiga. Debe orinar después de la cena e inmediatamente antes de ir a dormir. 3) No burlarse jamás, ni castigarlo, retarlo, ni ridiculizarlo, porque no lo hace a propósito, porque todo ello le genera más inseguridad y le baja la autoestima y el problema empeora. 4) Premiarlo, estimularlo y elogiarlo las noches que amanece seco. 5) Es conveniente despertarlo durante la noche para que orine cuando comienza el tratamiento, pero sólo por un corto período, para que no se acostumbre a esa rutina nocturna que luego costará más tiempo quitársela. 6) Dejar ya preparada una muda de ropa para cambiarlo rápidamente por la noche para que no se desvele y vuelva a dormirse rápidamente. 7) Hacer un almanaque marcando las noches secas y las húmedas, premiándolo por las noches secas y conteniéndolo en las húmedas, explicándole que la próxima noche seguramente será mejor.
Después de cumplir seis años, si persiste el problema, a veces se indica una hormona antidiurética que ayuda a disminuir la producción de pis. Se la suministra por tres meses y después se baja la dosis. Si hay una recaída se indican otros tres meses y luego se suspende.
Por último sólo se puede agregar: mucha contención, porque los niños no lo hacen a propósito y les da mucha verguenza.
Fuente: "Infobae"
Elsa Inés Bernardi Semino
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