La persona que comandó la captura y muerte del guerrillero y tuvo con él la última conversación antes de su ejecución, fue Félix Rodríguez. Cuando le informó al Che que la orden final que había recibido era ejecutarlo, Guevara se puso blanco como un papel. Ante esto, Rodríguez le dijo "Comandante, lo siento, son órdenes del alto mando boliviano". Después de recibir la impactante noticia, le respondió: "Es mejor así, yo nunca debí haber caído preso vivo". Sin embargo, un día antes había hecho el siguiente comentario: "No disparen, soy el Che Guevara y valgo más vivo que muerto". Luego de todo eso, pidió entregar una pipa que sacó de su bolsillo, a un soldadito que, según su dicho, se había portado bien con él. Pero en ese momento llegó al lugar el sargento Mario Terán, que sería quien finalmente lo ejecutara y dijo: "Yo quiero la pipa, capitán". El Che se negó a esto y al final se la entregó a Félix Rodríguez. También pidió entregarle un mensaje a Fidel Castro y fue el siguiente: "Dile a Fidel que pronto verá una revolución triunfante en América". Según Rodríguez, el guerrillero sentía que lo habían engañado, sin embargo confiaba en la victoria del proceso. Por último también le pidió que le dijera a su esposa que se vuelva a casar y que tratara de ser feliz. A su entender ya estaba todo dicho, tras lo cual abrazó al agente y se paró firme... él pensaba que Rodríguez sería su ejecutor. Pero no estaba planificado así...Don Félix, como le decían, había hablado durante una hora y media con lo que quedaba del Che Guevara, un despojo viviente que había sido abandonado a su suerte por los Castro, Fidel y Raúl. Había dejado de ser el altanero que repartía condenas de fusilamiento en La Cabaña mientras fumaba un puro o aleccionaba a algunos incautos sobre cómo debían hacer la revolución en Argentina, en 1960. Finalmente Rodríguez se retiró e ingresó Terán que fue quien acabó con la vida del Che Guevara. Félix Rodríguez aceptó que trasladarle a Terán la orden de ejecutar al Che, fue difícil y aún más, por un momento pensó en liberarlo, pero cuando pensó en lo que había pasado en Cuba en aquel momento, cuando lo soltaron a Fidel, dejó que la historia siguiera su paso. De acuerdo a este relato, quien finalmente se constituyó en el último hombre a quien el Che Guevara habló, fue Terán y la mayoría de los testimonios coinciden en que el guerrillero le ordenó: "Póngase sereno y apunte bien: va usted a matar a un hombre".
Fuente: "Infobae"
Elsa Inés Bernardi Semino
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