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viernes, 17 de junio de 2016

EL ALTE.BROWN ¿PRECURSOR DE JOSE LOPEZ?


Hace dos siglos, este prócer de las fuerzas navales intentó enterrar un tesoro en la Recoleta, protagonizando un curioso episodio. 
En lo que hoy es la Av.Quintana, había un camino desolado que unía la Recoleta con la parte más poblada de la ciudad de Buenos Aires.
Una noche de abril de 1812, una partida al mando del Capitán Ferrer, detuvo a 3 personas por conductas sospechosas. Ellos eran: un joven criollo y humilde, un moreno todavía más pobre que éste y un personaje alto y pelirrojo de origen irlandés que llevaba un poncho pampa.
Era poco más de las 8 de la noche, el sol ya se había ocultado y estaba bastante oscuro.
Fueron detenidos por el Capitán Ferrer, a pesar de las protestas del irlandés, quien insistía en que no estaban haciendo nada malo y escudándose, además, en su condición de súbdito británico. 
Estos tres hombres habían sepultado en la Recoleta, un tesoro junto a unos sauces. En realidad, el joven criollo y el moreno sólo habían obedecido las órdenes de su amo.
Los tres sospechosos fueron llevados al Regimiento de Patricios, que estaba en la Manzana de las Luces y se los alojó en el cuartel.
El enigmático pelirrojo irlandés tenía 25 años, era comerciante y su nombre era Guillermo Brown,. En un futuro sería almirante y además prócer de las fuerzas navales de la Patria.
Luego de tres o cuatro días de permanecer en prisión, decidió escribirle al cónsul británico, capitán Peter Green, explicándole los motivos de su misiva. Además agregaba que lo que intentaba hacer era enterrar quinientos pesos y dejarlos allí hasta encontrar la posibilidad de enviarlos en un buque mercante a su mujer y su familia, que estaban en Inglaterra, para compartir con ellos parte de lo que se había ganado con tanto trabajo,
En ese entonces era habitual enterrar dinero en lugar de guardarlo en el colchón, por lo que él consideraba que no estaba cometiendo ningún delito. Pero él lo estaba sepultando cerca de la costa y en esos casos se presumía que quienes actuaban así tenían toda la intención de embarcarlo con destino desconocido... esperaban una noche apacible, lo cargaban en un bote hasta el barco y así se salteaban el control de la Aduana.
Los motivos por los cuales no guardaba el dinero en la casa eran varios: Brown había hecho un muy buen negocio en Chile y volvió a Buenos Aires con un buen paquete de dinero. Además vivía en una Fonda, no tenía casa propia, y allí estaba muy expuesto a que lo robaran. De hecho, la plata cuando la trasladaron, no la llevaba él, la cargaban el joven criollo y el moreno, porque si los asaltaban al único que iban a revisar era a él.
Finalmente el cónsul, Capitán Green, convenció a las autoridades que Brown desconocía las normas aduaneras y que el dinero era para pagar los pasajes a Buenos Aires de toda su familia.
Cuando lo liberaron tuvo que prometer que no lo volvería a hacer.
Fuente: Daniel Balmaceda-Historiador
                                                                                              Elsa Inés Bernardi Semino

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