No siempre concuerda nuestra identidad y nuestro comportamiento sexual. Muchas personas dicen que son heterosexuales pero al mismo tiempo cuentan que tuvieron parejas del mismo sexo.
Hay hasta seis tipos diferentes de personas que se
identifican como heterosexuales pero que tienen experiencias homosexuales.
En la encuesta que se hizo, 12% hombres y 25% mujeres se identificaron como
heterosexuales y contaron haber tenido relaciones homosexuales.
De los seis tipos, el primer grupo y más grande
fueron aquellos que lo hicieron como una novedad y para ver qué sentían. Estas
personas se encuentran en las primeras etapas de declararse como gay o bi.
El segundo grupo la casi totalidad estaba borracha o
había bebido demasiado y casi ninguno había tenido experiencias previas con el
mismo sexo. Señalaron que no disfrutaron demasiado la experiencia pero que en
general había sido agradable. Este grupo está relacionado con las fiestas
intensas.
El tercer grupo fue descripto simplemente como de poco
goce. La gran mayoría de este grupo dijo que la experiencia no les gustó en
absoluto. A diferencia de los dos grupos anteriores, la mayoría de ellos no
tuvieron contacto genital. La relación se limitó a besarse y tocarse solamente.
O sea, trataron de no llevar las cosas demasiado lejos simplemente porque no
sentían nada con esa persona.
El cuarto grupo estaba integrado por personas que
tuvieron experiencias con individuos del mismo sexo, por show y para llamar la
atención. Todas las participantes de este grupo eran mujeres relacionándose con
otras mujeres en eventos sociales donde otros podían verlas. La mayoría había
bebido demasiado, limitaron sus actividades a besos o caricias y ninguna tenía
experiencia previa con el mismo sexo. Esto se llama "bisexualidad
performativa" : montan un pequeño
espectáculo para llamar la atención o para captar a alguien más.
El siguiente grupo era de personas muy religiosas.
Este grupo, mujeres en su mayoría, disfrutaron realmente la relación, pero sus fuertes
creencias religiosas no encajan con la adopción de una identidad gay o
bisexual.
Por último, el grupo, integrado en su mayoría por
hombres y un poco relacionado con el anterior, consistía en personas que coincidían
en que la homosexualidad siempre está mal. Este grupo fue el más conservador y
en su gran mayoría basaron sus actitudes sexuales en creencias religiosas. Al
igual que el otro grupo religioso, no disfrutaron la experiencia.
Como se puede apreciar, los heterosexuales que participan
en relaciones con personas del mismo sexo, provienen de diversos contextos y sus
experiencias respecto a cómo se sienten varían considerablemente. Teniendo en
cuenta esta variación sería lógico pensar que la heterosexualidad es probable
que persista en algunas personas pero no en todas las que dicen serlo. .
Los que más probabilidades tienen de experimentar en
un futuro cambios en las relaciones sexuales, son las que pertenecen a los dos
primeros grupos, porque en general son las que más disfrutaron por alguna razón
y no parecían tener conflictos religiosos. Los cuatro grupos restantes tal vez tengan
más probabilidades de conservar sus identidades heterosexuales, al menos por un
tiempo, aunque también es posible que cambien, según sus futuras experiencias y según cómo evolucionen sus actitudes y
entornos sociales.
Estos estudios realizados, dicen algunas cosas
importantes. Por empezar, los que
estudian la orientación sexual no deben enfocarse exclusivamente en la
identidad sexual, porque pierden gran parte del panorama. O sea, no hay que
hacer muchas suposiciones basándose en una etiqueta determinada, porque nos
podemos equivocar. Segundo, no todos los
que dicen ser heterosexuales y se involucran en comportamientos homosexuales no
han salido del clóset. Por el contrario,
todo indica que hay un montón de factores y motivaciones que los puede
inclinar a esto y no todos ellos son
igualmente indicativos de un cambio futuro en la identidad sexual de la
persona.
Fuente: “Infobae”
Elsa Inés Bernardi Semino
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