Jerónimo Menéndez, de 37 años, era remisero, pero un día decidió inscribirse para ingresar como Policía Local de Avellaneda. Detrás de todo esto había un sólo propósito... vender drogas y el uniforme, el patrullero, la chapa y el status de policía, obviamente le venían bárbaro a la hora de llevar a cabo su plan. No tenía antecedentes penales y en la academia donde se formó era sobresaliente por su inteligencia. Finalmente llegó el momento de salir a patrullar la ciudad. Pero su aventura no le duró mucho, porque fue detenido por sus propios compañeros mientras le ponía nafta al patrullero y después de varios meses de investigación. Fue acusado de comercializar cocaína de pureza máxima, en cualquier horario, fuera y dentro del horario de servicio. También fue detenida su esposa Marcela de 44 años, que también vendía droga desde su casa, el hogar que compartían ambos en Sarandí. A ellos se les sumó "Neno", de 35 años de edad. "Neno" era delivery en una pizzería que estaba al lado de la cancha de Independiente y era socio de Menéndez. Hay alguien más ligado a esta pequeña banda, que también se trataría de un agente local y que se halla prófugo. Su nombre sería Brian Martin y debido a las sospechas fue allanada su vivienda, encontrándose allí armas de gran calibre, a las que se les había limado la numeración. También había balas, chalecos antibalas e incluso estrellas ninja, según informaron altas fuentes intervinientes en el caso. Además de vender drogas, había sospechas de que Menéndez y Martín comercializaban armas, extorsionaban a motociclistas sin casco, liberaban zonas, protegían comercios sin habilitación, pedían parte de lo recaudado a los "trapitos" y como si esto fuera poco, le prestaban plata a sus propios compañeros a tasas usurarias. Menéndez era investigado desde el 31 de mayo pasado, oportunidad en que fue denunciado por la Municipalidad de Avellaneda ante la UFI 2. Tuvo intervenido 3 meses el teléfono y naturalmente todos sus movimientos eran vigilados de cerca. Así pudieron observar que cada 2 o 3 días le compraba entre 5 y 7 mil pesos de cocaína y marihuana a una mujer peruana a la que llamaban "La Tía" y con la que habitualmente se encontraba en la puerta de Coto de Sarandí. Toda su jornada de trabajo la utilizaba para hacer sus negocios y según lo adelantado por el intendente de Avellaneda, levantó mucha plata. También agregó que la idea de la intendencia es terminar de una vez por todas con esto. El modus operandi era entrega a domicilio o les pedía a los consumidores que se acercaran a su casa, que estaba a 2 cuadras del Polo Judicial de Avellaneda, para que se las entregara su esposa Marcela. Cuando se hizo el allanamiento encontraron en el domicilio 60 gramos de cocaína y 45 mil pesos. Además de Marcela, esposa de Menéndez, había otro policía local que declaró como testigo y confesó que le compraba la droga a Menéndez.
Fuente: Diario "Clarín"Elsa Inés Bernardi Semino
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